Revista Opinión

Violencia indepe con intensidad variable en Cataluña

Publicado el 31 octubre 2019 por Manuhermon @manuhermon
Increíble, politólogos, políticos y charlatanes televisivos se extrañan por la violencia de los últimos días en Cataluña, tras la publicación de la sentencia del Tribunal Supremo por el juicio a los líderes del procéss. A muchos les ha pillado por sorpresa el grado de violenta lucha callejera ¿Qué pensaban que era el nacionalismo metido en un proceso secesionista?, aquí y en todas partes, ahora y hace muchos años, el nacionalismo, cargado de xenofobia y supremacismo, utilizaron, utilizan, ingredientes básicos del fascismo, entre ellos está la violencia. Y el movimiento independentista mostró hace tiempo sus rasgos catalano fascistas. Si se les deja hacer, aparentemente no pasa nada, salvo para los afectados directamente, una violencia de baja intensidad domina la situación, pero si se les enfrenta e impide algo, la violencia sube de grado y se hace visible públicamente.
La fuerte base ideológica que suministran las teorías de los catalanistas, desde hace 150 años, ha sido asumida por los viejos y nuevos independentistas, a dichos autores, y a sus ideas, se los venera en Cataluña, pueblos y ciudades ponen sus nombres a calles y plazas, a universidades y centros sociales, a parques y estaciones de metro, lo mas granado del racismo catalán se puede encontrar adorado por el independentismo en cualquier ciudad. Las condiciones que posibilitaron aumentar el grado de violencia estaban dadas, tienen una ideología que los hace creerse los elegidos, un odio sembrado contra lo español, y todo lo que signifique el estado, viven una identificación con sus héroes pasados, tienen organización y capacidad de movilización, que junto a la enorme frustración por no conseguir la independencia, -muchos creyeron estar ya en una república-, y el hartazgo entre sus filas. generado por la diferencia entre lo que los dijeron y lo conseguido, convenientemente azuzado por sus líderes, aumentó las posibilidades para que de forma generalizada estallaran violentamente contra todo lo que se pusiera por delante. En las innumerables páginas webs independentistas, desde hace años, se celebran y homenajean antiguas organizaciones y líderes fascistas catalanes, a los que también aplaudió y homenajea el presidente de la Generalitat Sr. Torra y sus altos cargos políticos, por supuesto también los aplauden los líderes de las principales organizaciones indepes como ANC y Ómnium, y todas las sociedades u organizaciones civiles, culturales, deportivas o religiosas que están promocionando la secesión. Así que entenderán mejor el secesionismo si aceptan que dentro del movimiento independentista existen varias corrientes, algunas de las cuales cultivan y practican la violencia, con mayor o menor intensidad, dependiendo del momento y de la resistencia encontrada enfrente. La violencia es una constante en el movimiento independentista, la utiliza como recurso de cambio social en múltiples situaciones y ambientes diferentes, lo que hace el movimiento es aplicar diversos grados en función de la necesidad, naturalmente también depende de cómo avance el proceso de fascistización que se está desarrollando en Cataluña, lo cual marcará el nivel de aceptación social de la violencia, o la percepción de normalidad sobre ella. Ellos recuerdan a Daniel Cardona y amigos, a los que se homenajea como héroes, que escribieron ‘’ ¿No vale más que caigan tendidos por un tiro de browing que no que caigan por siempre más en este surmenage moral y físico?… La causa de Cataluña requiere una browning (pistola brownin) en cada bolsillo para que se respete nuestro derecho...’’ Los indepes, como hicieron antes los fachas italianos o los franquistas, amparados en la supremacía moral que pretenden ostentar, oprimen a la mitad de los catalanes y utilizan la fuerza necesaria para lograr sus fines, fuerza que puede ser variada en formas y grados de aplicación. Si con fuerza de grado 1 consiguen resultados, no subirán otros grados. Por ejemplo, si aplicando la violencia administrativa de negar una licencia de apertura a un negocio, un alcalde en un municipio impide que un establecimiento comercial abra, no será necesario subir de grado, forzando así la migración del constitucionalista. Si el establecimiento ya estuviera abierto y se quiere bloquear, se atacará con pintura, rompiendo sus cristales, boicoteando proveedores y suministros, obstaculizando la entrada de clientes, dañando los cierres del establecimiento, atentando contra las conexiones eléctricas o de agua, presionando a los profesionales de oficios para impedir sus arreglos... Los resultados que obtienen consecuencia de la opresión deberán ser los deseados, si no obtienen sumisión, aumentarán la violencia. Su aversión a la democracia, entendida como libertad en igualdad para todos, y el desprecio a las leyes democráticas, que solo aceptan las que les benefician, los lleva a plantearse objetivos muy diferentes. Por ejemplo, dificultar que voten en las elecciones celebradas en el pueblo, para lo que apartan y esconden papeletas que no sean las de partidarios de la secesión, ‘el que las quiera que las pida’, y el posible votante aguante el tipo ante la milicia indepe que controla el local electoral, lógicamente en esos pueblos del interior hay mayorías indepes. Posteriormente presumirán en sus medios y redes de ganar todas las elecciones, de ser mayoría, lo cual es otra mentira, en general siempre sacaron menos votos independentistas, pero lograron más representantes en un sistema electoral que prima el interior de Cataluña y los pueblos pequeños, y ello favorece sus formaciones. Intentarán que los ciudadanos no protesten por la ocupación de calles, iglesias rotondas, colegios y todos los edificios públicos con símbolos, pintadas y banderas independentistas, incluso los espacios electorales en días de votación, intentarán que se acepten en silencio las consignas y letanías sonoras periódicas emitidas mediante altavoces desde torres de iglesias y ayuntamientos, que acepten como normal entrar a bares y comercios bajo las cortinas/banderas independentistas, que acepten no los sirvan en un bar, o ser expulsados del mismo, que aíslen y no hablen a los niños en el colegio si usan su lengua materna, el castellano, que no sean recibidas las madres por el profesorado,… así hasta la asfixia de cualquier comportamiento distinto basado en pensamientos igualitarios, democráticos y tolerantes con los diferentes. El proceso de fascistización en Cataluña avanza, está más consolidado hoy que hace cinco años, cada día más parecido a los fascistas italianos y a los franquistas de la postguerra, con sus chivatos por pueblos, los vigilantes de barriada que decían a los vencidos, qué hacer y cómo comportarse, marcaban a los que no asistían a las procesiones y actos colectivos, hoy a los que no van a homenajear a los Hermanos Badia, a Daniel Cardona, a los que no asisten a las fiestas tradicionales donde es fácil encontrar un stand con ambiente familiar para perseguir al español, o a las procesiones nocturnas con antorchas, iguales a las que hacían los nazis, o a eventos culturales y tradicionales… en el pasado informaban para que nadie les contratara, extendían informes de buen español, igual que ahora, los informes de catalanes traidores sirven para negar permisos, trabajos o poner zancadillas de vida cotidiana… Eso también es violencia fascista. Otras veces la violencia y opresión se ejerce desde las instituciones, consiste en no aplicar las leyes del Estado, no prestar ayuda policial en determinadas situaciones, no recoger denuncias o tirarlas a la papelera, no permitir empleos en condiciones de igualdad, no facilitar colegios o guarderías para hijos pequeños, no conceder permisos de obras, mandar a los municipales a presionar con multas por comportamientos en temas cotidianos como basuras, coches, obras, denuncias falsas… toda una violencia de baja intensidad ocurre a diario justificado en su concepción de ser una raza superior. ‘’Cuando una raza es fuerte y victoriosa escribe su grandeza y la transmite a las siguientes generaciones en sus monumentos de piedra: cada sillar arrancado del corazón de sus montañas constituye una letra; el conjunto del edificio el poema de sus glorias. Cuando una raza es floja y cobarde, cuando cae degradada a los pies del vencedor, es que reniega de su pasado y, ella misma, más destructora que el tiempo borra el poema de su grandeza arrancando una a una las piedras del edificio para devolverlo a la nada de donde surgió un día. Mas cuando la raza agonizante, dormida bajo la corrupción de sus vicios, vuelve a darse cuenta de su grandeza pasada y se avergüenza de su presente de humillaciones, recoge piadosa los sillares hechos migajas que las manos amorosas de sus abuelos trabajaran y con fuerzas nuevas, arrancadas del espíritu y del cuerpo, vuelve a levantar el monumento insigne, tablas de piedra donde Dios mismo escribió un día sus leyes y las glorias de su pueblo. La raza que vence y que se hace noble y poderosa; que cae y que se ensucia hasta el alma; que se vuelve a levantar esperanzada despolvando su vestido, es la raza catalana; Santa María de Ripoll el símbolo de su gloria, que hoy a todos nos acoge bajo sus alas. La primera vez en su edad de gloria y de conquista, sintiéndose resonar todavía en la lejanía los alaridos de los califas moros, mientras estos valles se estremecían de alegría bajo el caballo de nuestro conde Guifré, el tronco poderoso de nuestro linaje, el fundador de la nacionalidad catalana, y mientras los cielos se abrían para recibir el incienso y las plegarias de los sacerdotes que este monumento a Dios consagraba. Àngel Guimerà i Jorge. “Ángel Guimerá en la sessió catalanista de Ripoll”. Lo Catalanista, VII/313. 16 de julio de 1893.

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