Revista Salud y Bienestar

Violencia vicaria

Por Pedsocial @Pedsocial

Violencia vicariaYa lo hemos comentado en otras ocasiones: la violencia machista, la violencia contra las mujeres tiene daños colaterales. Cunado se trata de vilencia doméstica, es decir en el ámbito del hogar familiar, si existen hijos, éstos son tan víctimas como sus madres. Save the Children ha presentado un extenso informe, también citado aquí aformando que en la violencia doméstica no hay una única víctima. En mayo de 2010, hace ya siete años, nos dirigimos por escrito al Juzgado de Violencia Doméstica de nuestra ciudad poniendo de manifiesto que los niños son también víctimas en los casos de violencia doméstica. De hecho nos atrevimos a afirmar que en situaciones de sospecha de violencia, incluso cuando las mujeres víctimas no reconozcan que los son, la autoridad judicial deberia actuar de oficio para la protección de los menores implicados o en riesgo. El mero hecho de que haya peleas y conflicto ya pone a los hijos en situación de víctimas y por ello deben ser protegidos. Tal es una puerta abierta a las actuaciones policiales y judicales que, lamentablemente, se utilizan pocas veces. Y luego pasa lo que pasa.

Esta semana pasada un luctuoso suceso ha elevado el nivel de la perversidad cuando un padre, con el propósito de dañar a su pareja, se ha arrojado por una ventana con su hija de apenas un año, resultado ambos muertos. Que el suceso haya tenido lugar en un centro asistencial añade complicaciones al caso y evidencias de descuidos no facilmente explicables. Y con ello responsabilidades que deberían depurarse.

El caso eleva a 23 las victimas infantiles recientes de la violencia llamada vicaria, como presentan algunas organizaciones feministas. Sin discrepar con el planteamiento, a nuestro entender esa violencia no es ni vicaria ni secundaria: está directamente dirigida con los niños: matar niños es matar niños, cualquiera que sea el móvil inicial, violencia doméstica, femenina, guerra o lo que sea. Quien mata niños no merece perdón. Ni presunciones de inocencia, ni consideración de trastorno mental ni atenuante alguno. Herodes.

X. Allué (editor)


Violencia vicaria

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