Revista Opinión

Violencia y tortura

Publicado el 27 marzo 2019 por Carlosgu82

VIOLENCIA Y TORTURA

  Existen muchas situaciones preocupantes en la actualidad como la falta de seguridad, el aumento de grupos criminales en la mayor parte del territorio nacional; la insensibilidad de muchos ante la violencia que vemos continuamente, no sólo en México, sino en el resto del mundo; el uso de armas por individuos que tienen  fácil acceso a éstas e incluso niños que las portan con destreza; el acceso a imágenes o vídeos con un alto grado de violencia, etc. Podría mencionar más cosas, la lista es larga. Pero hay un tema en especial que me ha llamado siempre la atención: la tortura y su vigencia. Se trata de un método para amedrentar, castigar o conseguir algo de otro individuo o grupo de personas.   La definición de la palabra tortura hace referencia al castigo, como una forma de conseguir la confesión de un delito o incluso la obtención de placer siendo un acto intencional. La tortura puede ser física: mediante instrumentos que ayudan a provocar heridas, quemaduras, cortes de piel, mutilaciones, disociación de huesos, etc. Psicológica: cuando provoca la humillación, miedo y daño moral en la víctima. Pareciera que éstas acciones son parte del pasado y no lo son, están vigentes, lo preocupante es la manera en que muchos de nosotros vemos o estos actos, como tratándose de una práctica cotidiana. Es tan común leer en crónicas de periódicos o ver en los noticieros, películas y series de narcotraficantes cómo se cometen asesinatos, violaciones, secuestros, además de castigos ejemplares con lujo de violencia. Incluso también se cometen atrocidades con animales sin la menor pena, ni remordimiento.   Si bien, en los libros de historia de la humanidad, el tema de la tortura aparece como una práctica antigua,  en un periodo de oscuridad ( carente de cultura y saber científico) más precisamente en la llamada Edad Media y posteriormente con la Santa Inquisición (período en que la tortura era la forma en que se castigaba la herejía)  Esto sigue aplicándose en nuestros días con algunas variantes pero persiste y no hemos podido erradicarla.   A propósito de éste tema quiero recomendar un libro muy breve pero  aleccionador en el que un hombre (Pedro, un preso político) le hizo frente a su verdugo, dejándonos una gran lección: Benedetti, Mario, “Pedro y el Capitán”

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