Revista América Latina
Ida a la playa. Siempre es un plan perfecto y como estamos en Miami, playa es lo que sobra. Así que aprovechando la invitación de unos amigos a una playa sola y tranquila, nos fuimos a conocer Virginia Key. La playa está luego de pasar el primer puente de Key Biscayne y la entrada son sólo $6 por carro. Es increíble como te puedes desconectar de la ciudad en media hora, atravesando autopistas, edificios inmensos, puentes, concreto, concreto y de repente playa, se te olvida el camino, cómo llegaste y te sumerges en azul, más azul y verde. Cuando llegas y pasas el estacionamiento, ves al fondo el mar y tu mirada no puede evitar fijarse en el carrusel que está justo en la orilla de la playa, jaja sí primera vez que veo esto, y por sólo $1 das unas cuantas vueltas en él. A pesar de ser bastante visitada Virginia Key tiene unos lugarcitos bien apartados a los que llegas caminando en diez minutos atravesando el agua. El sitio es perfecto. Detrás tienes manglares y canales llenos de peces y cangrejos, y al frente tienes la playa hermosa de varios azules. Nosotros no llevamos comida, solo tonterías para picar y tomar que fue más que suficiente porque luego nos atiborramos comiendo hamburguesas en otra parte (...gorditos). No hay muchos sitios para comprar una vez que ya te instalas así que es bueno ir medio preparado con agua, hielo, comidita, etc. Pasamos unas cuantas horas remojándonos en el agua, la playa es súper rica y muy bajita, así que hay que caminar bastante para encontrar un sitio para nadar, nosotros estuvimos más tiempo sentados hablando en la parte baja o en algunos de los bancos de arena que se forman. Salimos de la playa relajados, bien quemados por el sol y contentos por conocer esa playa tan diferente al caos de Miami Beach, rodeados de azules y verde, desconectados de la jungla de concreto. :) Más fotos AQUI