Virginia Woolf dio vida a una imaginaria hermana de Shakespeare en su obra Una habitación propia, una mujer que murió sin demostrar al mundo su gran talento. Con ella, Virginia ponía de manifiesto la necesidad de crear un mundo en el que la mujer fuera reconocida por sus obras y sus méritos propios. Virginia Woolf fue una feminista destacada. Fue también y sobretodo, una de las mejores escritoras en lengua inglesa del siglo XX. Regaló al mundo de la literatura grandes títulos. Muchos más habría escrito si una fuerte depresión causada por un carácter bipolar no la hubieran conducido al abismo del suicidio. Alumna de la sociedad victoriana Adeline Virginia Stephen nació el 25 de enero de 1882 en Londres, en plena era victoriana. Virginia era hija de Sir Leslie Stephen, un novelista e historiador reputado y de la bella Julia Prinsep Jackson. La pequeña Virginia vivió su infancia rodeada de muchos hermanos, tres de padre y madre y cuatro habidos de los matrimonios anteriores de sus padres. En el número 22 de Hyde Park Gate, en Kensington, Virginia fue educada en un ambiente culto e intelectual. A pesar de que no pudo recibir una educación formal como sus hermanos por su condición de mujer, ella y sus hermanas recibieron una buena formación por parte de su padre y de distintos tutores. La infancia de Virginia y su familia transcurrió feliz, a caballo entre la capital inglesa y el hogar de veraneo que tenían en Cornualles. Felicidad que se vio truncada por una serie de tristes acontecimientos. La tristeza como compañera El 5 de mayo de 1895, cuando Virginia tenía poco más de 13 años, sufrió la pérdida inesperada de su madre. Dos años después desaparecía una de sus hermanas y el 22 de febrero de 1904 moría su padre a causa de un cáncer. Aquellas pérdidas en su juventud desencadenaron en Virginia una serie de ataques de ansiedad, crisis nerviosas, depresiones y cuadros de personalidad bipolar que la perseguirían a lo largo de su vida. El círculo de Bloomsbury Huérfanos de padre y madre, Virginia y algunos de sus hermanos, entre ellos su querida hermana Vanessa, decidieron vender el hogar familiar y se trasladaron a vivir a Bloomsbury. La nueva casa de Virginia se convirtió en poco tiempo en un importante centro intelectual gracias a las reuniones organizadas por sus hermanos con antiguos compañeros universitarios y algunos nombres de la talla de E.M.Forster. J.M. Keynes o Bertrand Russell. El conocido como círculo de Bloomsbury dio a Virginia la oportunidad de aprender y compartir conocimientos con los más ilustres hombres y mujeres del momento. Fue en aquella época cuando empezó a escribir. En 1905 había empezado a publicar para el Times Literary Supplement. Aunque sus dos primeras novelas, Fin de viaje, publicada en 1915, y Noche y día, no fueron demasiado relevantes, la publicación de La señora Dalloway y Al faro dieron a Virginia el reconocimiento que se merecía. La señora Woolf En 1912 Virginia se casó con Leonard Woolf, un economista miembro del círculo de Bloomsbury y con el que fundó en 1917 la editorial Hogarth Press que editó parte de la obra de Virginia. Desde entonces y hasta su muerte, Virginia publicó obras tan importantes como Orlando o Una habitación propia, un alegato feminista en favor de los derechos de la mujer. En 1941 escribía Entre actos. Ese mismo año se suicidaba. Los constantes episodios depresivos y el trastorno bipolar que sufrió toda su vida terminaron haciendo mella en la personalidad de Virginia. Nada, ni el amor de su marido, pudieron impedir que la gran escritora decidiera terminar con su existencia lanzándose el río Ouse. Virginia Woolf moría ahogada el 28 de marzo de 1941. Si quieres leer sobre ella Virginia Woolf, Quentin Bell Virginia Woolf, Nigel Nicolson Algunas de sus obras La Señora Dalloway, Virginia Woolf Al faro, Virginia Woolf Orlando, Virginia Woolf Una habitación propia, Virginia Woolf