La efectividad personal tiene mucho que ver con buscar el equilibrio.
El equilibrio entre planificar y hacer.
El equilibrio entre enfocarte y relajarte.
El equilibrio entre tus diferentes responsabilidades.
El equilibrio entre la gestión del día a día y avanzar hacia tus objetivos.
El equilibrio entre estar conectado y desconectar.
También está el equilibrio entre tomar decisiones basadas en datos y la lógica — sistema 2 — y tomar decisiones usando tu experiencia e intuición — sistema 1.
En muchos entornos profesionales, el enfoque está en la razón, pero David Asensio argumenta que no deberíamos olvidarnos de la emoción.
A día de hoy, con el mundo del big data, estamos enamorados de los números. Pero ¿Dónde queda la emoción? ¿Dónde queda el significado de los mismos? ¿Sabemos que detrás de ellos hay personas que sienten, piensan y padecen?
Pensamos que los datos, son la muestra real y única de la situación de la empresa. Y luego nos lamentamos preguntándonos qué ha pasado si los datos decían una cosa y ha acabado ocurriendo otra totalmente distinta.