ANNABELLE VUELVE A CASA (Gary Dauberman, 2019)
Un tanto más estilosa en su concepción visual que sus predecesoras, la tercera entrega de la muñeca más macabra comienza con la promesa de ver un trabajo más definido en cuanto a atmósfera. Pero como suele pasar en estas películas, cada vez más claramente dirigidas hacia un público adolescente –solo hay que ver a las protagonistas de la cinta–, rápidamente todo deriva hacia el típico festival de sobresaltos que a nadie sorprende a estas alturas. La gracia es que aquí la muñeca es una excusa para dar rienda suelta a muchos de los objetos malditos que ocupan el sótano del matrimonio Warren, ofreciendo una pincelada de cada uno de ellos y postulándolos como posibles protagonistas de futuras secuelas.
La sensación final, a pesar de alguna escena conseguida y alguna imagen bastante potente, es la de poca sorpresa y cierto agotamiento en los recursos. Una más.
LA PERFECCIÓN (Richard Shepard, 2019)
La perfección es otra de las apuestas de producción propia de Netflix, de nuevo enmarcada dentro del thriller pero añadiendo en esta ocasión ciertas dosis de terror. Es esta una de esas películas de las que conviene no saber nada previamente, ya que ofrece una serie de giros que se salen un poco de lo habitual. Otra cosa es que esos giros sean asumibles, ya que toman un riesgo excesivo que a buen seguro se traducirá en una pérdida de espectadores a medida que avanza el metraje. Aunque todo se torna demasiado absurdo en la segunda mitad de película, hay que reconocer que el humor tan bestia, y a ratos surrealista, acaba siendo uno de los puntos fuertes del guion. La perfección se va de madre tanto en su trama como en su ración de gore, pero tal vez tenga su público.
EL REY LEÓN (Jon Favreau, 2019)
Aunque ya en su época, la versión animada de El Rey León no me convenció demasiado, me vi instado a visionar este remake. Hace un par de años, me sorprendió agradablemente la readaptación que hizo Disney de El libro de la selva (también dirigida por Jon Favreau), pero he de decir que con este Rey León coincido con la opinión generalizada. Tenemos una parte técnica correcta, con unos animales muy logrados, pero creo que esta versión 2.0 de la historia carece del colorido ambiental que casi era un componente emocional más en la película animada. No encuentro carisma aquí, ni nada mínimamente novedoso que justifique su visionado. Para mi gusto falta relumbrón, e incluso diría que algo de ritmo.
UTOYA 22 DE JULIO (Erik Poppe, 2019)Tal vez por lo bien que me habían pintado la película, o porque esperaba una experiencia muy intensa, Utoya 22 de julio me terminó decepcionando. La intención del director Erik Poppe es hacernos sentir como una más de las víctimas del brutal asalto que sufrió la isla de Utoya en 2011, y durante los primeros minutos la película lo consigue, haciendo que nos estremezcamos con los primeros disparos. Por desgracia, el desarrollo de la acción —rodada en un único plano secuencia que sigue a la protagonista— se ve estancado en numerosas ocasiones con minutos en los que en realidad no pasa nada.Da la sensación de que el director no ha sabido decidirse entre cargar las tintas en el aspecto emocional o decantarse hacia el puro thriller (o incluso hacia el terror, si quieren), quedándose en un punto intermedio que en nada beneficia a la propuesta. Además, la amenaza es demasiado invisible, restando tensión a la acción. Como digo, decepcionante.