Revista Cultura y Ocio
La Exposición de Auschwitz en Madrid se puede ver hasta febrero del 2019 y es una parada necesaria si visitáis o vivís en la capital. Os diré que la primera vez que fui a ver esta exposición no la terminé de ver, quizás no era el instante en el que tenía que ir o no era el momento. Volví a verla hace un par de semanas y aunque debía sentarme cada cierto tiempo para asimilar que estaba viendo, que estaba escuchando y que me estaban contando es una exposición necesaria para no repetir la misma historia. Entender lo que ocurrió todavía no cabe en mi cabeza y seguramente en la de muchas otras personas pero para intentar ver las cosas con otros ojos, mente y oídos me cogí el audioguía que me acompañó en las tres horas que emplee en hacer todo el recorrido. Si vais a ver la exposición tomaros vuestro tiempo, tenéis que ir sin prisas, mirando cada detalle, cada fotografía... La exposición esta dividida en varias salas pero lo que más me ha gustado o llamado la atención es que para entender lo que realmente ocurrió debemos de conocer el pasado de Alemania, desde hace siglos atrás, debemos remontarnos mucho tiempo atrás para saber como se fue creando el imperio, la primera guerra mundial...
También debemos de conocer y/o saber donde esta exactamente Auschwitz en el mapa, como era antes de la gran guerra y después, no solo es una exposición donde se dedica a dar cifras, enseñar objetos y ya, está hecha a conciencia y está hecha también para que aprendamos, para que la persona que se acerque conozca el antes, durante y después.
También algo que desconocía y gracias a la exposición aprendí era ¿por qué se eligió Auschwitz?
Los vídeos que nos acompañan en nuestro paso por esta exposición se convirtió junto con mi compañero de viaje el audioguía lo que más me dejó en sock o lo que más viví y con lo que más me emocioné y me toco un poco.
Son vivencias de supervivientes que no dejarán indiferentes y que nos hablan de diversos instantes de sus vidas: antes de Auschwitz, en este lugar y después de este campo de concentración.
Durante este viaje en la historia no tan lejana y no tan lejos, también conoceremos como este campo de concentración no entendía de si eras rico o pobre, si eras alto o bajo...impresiona también las historias de las personas con problemas psicológicos que fueron a estos lugares y no volvieron a salir y/o como se experimentaban con gemelos.
Me quedé durante varios minutos sin saber que hacer como petrificada en algunas de las salas como por ejemplo en la sala que enseñan a personal de alto rango que se encargaban de este campo de concentración al lado de toda la muerte en piscinas, sonriendo y felices de la vida y me preguntaba ¿podrían dormir por las noches tranquilos? Fue en una de esas paradas en las que me quedé completamente helada y con mucha rabia pensando ¿eran humanos?
Otra de esas paradas en las que me tuve que sentar y respirar hondo varias veces es en la foto que realicé y que os muestro arriba. Cuando entraban en Auschwitz y te elegían te tatuaban un número y no eras ya un nombre...eso es algo muy duro de leer, es como si te arrancasen un poco el alma, tu identidad, te quisieran borrar que eras alguien.
Hay fotografías de diversa índole sacadas por distintas personas, una de esas fotografías estaba tomada por un griego que formaba parte de la resistencia y como están hechas contrasta con otras hechas más "a conciencia" sin ocultar nada y estas fotografías en el anden de una estación donde ves a niños, ancianos, mujeres, hombres con cara de desconcierto, sin saber a donde iban.
En cada parte o sala de la exposición te encuentras con varios formatos audiovisuales donde poder ver y escuchar testimonios como decía antes o vídeos hechos en este campo de concentración y de personajes, que en estos lugares del que si salias vivo no salías siendo la misma persona eran los que los dirigían.
Algunos objetos sin identificar el propietario sobre todo varios zapatos de niños/as te vuelven a dejar sin palabras, helada y otros objetos que las mujeres tenían que quitar a quien iba a ser asesinado que son botones, monedas, cubiertos te dejan como bloqueada, no puedes dejar de pensar en que salían con lo puesto y algunas de esas cosas eran cosas que ante nuestros ojos parecen cosas cotidianas pero para esas personas lo eran todo y se te parte el corazón en dos.
La exposición sobre Auschwitz está llena de objetos pero sin abrumar, seleccionada cada cosa con delicadeza y cuidado no está puesto nada al azar.
Otra de las partes que desconocía de esta historia no tan lejana es la de la marcha de la muerte y como el ejercito alemán cogió a algunos prisioneros y prisioneras del campo de concentración sabiendo que los rusos se acercaban y les obligaron a caminar y caminar, los testimonios de algunos supervivientes ponen la piel de gallina pero también emocionan porque en estas circunstancias la solidaridad entre personas era algo que existía, porque esto es un episodio de nuestra historia que no se debe repetir pero entre tanta oscuridad se forjaron muchas amistades que a lo largo del tiempo han sobrevivido.
Creo que me he explayado suficiente y creo que sentís como he vivido el volver a una exposición que la primera vez no pude terminar de ver. La exposición de Auschwitz hace también mención a los españoles que estuvieron en este campo de concentración y me gustaría hacer un llamamiento para que se hiciese una exposición sobre los españoles que estuvieron en este y otros campos de concentración y también lo importantes que fueron para que muchos de los monstruos que hicieron esto fuesen juzgados entre ellos Francisco Boix.