El pasado verano tuvimos la suerte de viajar a Alemania, concretamente a la población bávara de Waldsassen, para visitar las instalaciones centrales de GHOST Bikes, la marca germana de bicicletas con mayor crecimiento en Europa y que este año celebra su 25 aniversario.
Para todos aquellos que aún no conocen la marca, GHOST empezó su andadura en el año 1993 de la mano de dos buenos amigos, Uwe y Klaus, los cuales fabricaron su primer modelo en una pequeña fragua que fué presentado en la segunda edición del Eurobike Show. Dicho modelo se denominó "Lector", fabricado con tubería Easton Varilite y componentes topes de gama como el XTR de Shimano. Desde sus inicios han seguido la premisa de ofrecer la mejor calidad al precio más competitivo del mercado.
El tour por sus instalaciones comenzó en el almacén de componentes y piezas que forman las bicicletas. Según nos comentaron, la marca necesita 6 meses de antelación para empezar con el montaje de un modelo en concreto, ya que se nutren de los principales fabricantes de componentes del mundo como Shimano, Sram, FOX, Rock Shox... etc.
Una vez reúnen todas las piezas necesarias para el montaje de las bicicletas, pasan a las cadenas de montaje, donde se encuentran mecánicos especializados en cada tarea.
En la primera fase de montaje, se realizan operaciones como el montaje de la transmisión y el manillar.
El área del montaje de ruedas se encuentra en la planta superior. Aquí se radian las llantas y se montan los neumáticos.
Por último se lleva a cabo el montaje total de la bicicleta y su posterior embalaje. Según los cálculos, son capaces de fabricar 1 bicicleta cada 12 segundos.
Finalmente son almacenadas de forma estratégica controlando el stock real en todo momento. El edificio cuenta con 3 plantas automatizadas capaces de almacenar hasta 25.000 unidades.
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