En el precipicio de los acantilados, en el concejo de LLanes, el mar no sólo bate con toda su fuerza, sino que sale en forma de surtidores, con violencia, como pequeños géisers, por las grietas y chimeneas que forma la roca caliza. Este fenómeno lleva el nombre de los Bufones de Pría.
Dejamos el coche en un descampado habilitado para los turistas y comenzamos a andar hacía la playa. Entramos en una urbanización con varias casas. A lo largo del recorrido unos carteles nos indicaban la dirección a los Bufones y la distancia que nos quedaba.
Después de dejar la urbanización, nos encontramos con la Playa de Guadamía o Aguamía, una playa natural de gran interés paisajístico. Tiene una forma irregular con unos 80 metros de longitud de arena fina y blanca. En sí, es la desembocadura del río del mismo nombre. Era temprano y comenzaba a llegar gente a la playa.
Continuamos nuestro camino y dejamos la playa a un lado. Muy cerquita de allí encontramos el último cartel que nos anunciaba los Bufones de Pría. El cartel nos revelaba que los Bufones eran grietas abiertas en las rocas del acantilado que estaban conectadas con simas marinas, por ellas, el agua del mar penetraba ejerciendo una gran presión y empujando el agua con fuerza por la cavidad, estos podían alcanzar más de veinte metros de altura, provocando el bufido o silbido típico de los bufones (Bramadoriu).
Encontramos el Mar Cantábrico en calma, así que los respiraderos se limitan a resoplar. Para verlos en plena acción, tenemos que tener el mar muy enfadado y combinar la pleamar con marejada. Si se producen los bufones, el peligro es real y no debemos acercamos demasiado, la violencia del chorro podría lanzarnos por el acantilado.
Recorremos el Acantilado de Pría con calma, asomándonos con mucho cuidado y respeto, siempre controlando a los peques. Con unas impresionantes vistas del Mar Cantábrico.
La mejor época para ver los Bufones de Pría es en otoño e invierno. Hay una ruta, en forma circular, desde la Playa de Guadamía hasta las Cuevas del Mar, llamada PRAS 57. Ésta recorre los acantilados de la zona de Llanes donde se encuentran los bufones. Tiene una duración entre 4 o 5 horas.
Localización
Información práctica
- Los niños deben ir siempre acompañados por un adulto para evitar una caída accidental por los acantilados o en la boca de los bufones.
- Es importante guardar cierta distancia de la boca del bufón ya que el agua puede salir inesperadamente y a mucha presión, arrastrando piedras, madera, algas etc.
- Os dejamos con un pequeño vídeo, de nuestro canal de Youtube ( podéis suscribiros gratis siguiendo el enlace).
- Nuestro alojamiento para esta visita a Asturias, fue el Camping Ribadesella, os dejamos un pequeño vídeo para que os hagáis una idea.