Las desgracias me persiguen y han hecho que mi zen se haya ido al garete, pero totalmente. Tengo ahora mismo una revolución interior que hasta Futuro Bebé se me está quejando…
Y es que resulta que vamos al ginecólogo para el resultado del Triple Screening, pero como la persona encargada de recoger los papeles en el día de la Ecografía de las 12 semanas no era de fiar, no cogió el papel que tenía que coger, así que no pudieron facilitarme los resultados hasta que los solicitó mi doctora. Con tan mala suerte que el sistema informático estaba fallando y no podían sacarlos con la celeridad que debían.
Para aprovechar el tiempo me hizo mi ginecóloga, adorada, una ecografía. Y pudimos vislumbrar durante un momento a Futuro Bebé… No me lo esperaba y la emoción estaba siendo máxima. Creo que ha sido lo único bueno de todo el día. Os juro que lo he visto sonreír…
Cono la TSH (hormona encargada de la Tiroides) no la tenía bien e indicaba hipotiroidismo, me mandó a hacerme análisis más específicos y al endocrino para la semana que viene. También me dio volante para la ecografía de las 20 semanas, que ya tengo la cita, claro está. Me dio unas nociones básicas de cómo van a ser las clases de preparación al parto y dado que la espera se estaba haciendo larga, me mandó a desayunar mientras llegaban.
Pero no llegaban, así que me cogió el número de teléfono, que como podéis adivinar, pues tuve que dar el de Futuro Papá, y nos fuimos a sacarme sangre para la analítica de la tiroides. Curiosamente nos llamó mientras seguíamos esperando en el hospital para hacerme la analítica, pero Futuro Papá, muy bien mandado, tenía el teléfono en silencio y no lo atendió.
Así que ahora, a las 19:30 de la tarde, seguimos sin saber los resultados. En mi CompañíaDeMóvil no han podido hacerme duplicado de tarjeta y la gente conduce realmente muy mal o me puede la impaciencia. La Doctora está pasando consultas, así que me llamará cuando tenga un rato libre y mientras yo me muerdo las uñas para no estallar de puro nervio… Sólo espero que todo vaya bien.
Tenía que desahogar o moría de los nervios. Cuando sepa algo más, volveré a publicar.