Ya ha pasado un mes desde la última visita. Esas visita a principios de septiembre, un día después de comenzar la guardería, en la que sin estar enfermo desde hace un mes, Bebé Fúturo tenía otitis…
Ya me estaba imaginando que este mes no iba a ser diferente, y así es. Ahora tiene otitis en los dos oídos (con lo poquito que se queja el pobre). Parece ser que, si en un mes la cosa no mejora, iremos a operación para implantarle unos drenajes.
Y eso que el otorrino es una eminencia y siempre prueba alternativas para evitar la operación. Pero lo ha visto tan claro…
Sobre todo cuando en la ronda de dudas y preguntas le he preguntado si el hecho de que todavía no caminara tendría que ver con el oído. Entonces dijo que era muy probable y que era una razón más para operarle.
Como nos hemos apuntado a matronatación, le he preguntado si puede ir a la piscina. Me dijo que sin problemas. Y que no le hacen falta tampones ni nada. Cuando tenga los drenajes (lo ha dado como muy por hecho), sí habría que ponérselos.
Así que dentro de un mes, veremos… Papá Fúturo todavía tiene fe en que se mejorará y se pondrá bueno. Yo espero que con la medicación que nos ha mandado la cosa no vaya a peor.