Revista Viajes

Visita el templo chino del Alma Escondida

Por Mteresatrilla

China es oficialmente un país laico, aun así existen según las estadísticas más de cien millones de creyentes. El culto a los antepasados y a las fuerzas de la naturaleza a las que creían dotadas de espíritus propios, impregnan las dos filosofías o religiones más importantes del país, el confucionismo y el taoísmo, aunque ésta en menor grado. A pesar de ello, la religión que cuenta con más seguidores es el budismo y aunque tiene su origen en la India, pocos años después de la muerte de Buda ya empezó a conocerse en China donde se fue expandiendo lentamente debido a las escasas comunicaciones a través del Himalaya o por el tampoco fácil camino de la Ruta de la Seda.
Durante el pasado viaje a China pudimos visitar algunos templos de las tres religiones que a pesar de tener varios elementos en común, sus diferencias son remarcables.El Templo de Lingyin de Hangzhou nos pareció uno de los más interesantes, sin duda alguna por el lugar en el que se encuentra ubicado, en plena naturaleza y alejado del caos de la ciudad.Lo que en principio pensábamos que sería una visita de un par de horas acabó ocupándonos más de medio día, ya que el complejo es mucho más grande de lo que esperábamos.

Templo de Lingyin o del Alma Escondida. Hangzhou (III)

Camino al monasterio

Templo de Lingyin o del Alma Escondida. Hangzhou (III)

Templo del Alma Escondida

Se trata de un templo budista muy antiguo al que acuden peregrinos de varios puntos del país, pero además del interés que pueda tener para los fieles seguidores del budismo, tiene también un gran valor histórico y cultural.

Templo de Lingyin o del Alma Escondida. Hangzhou (III)

Antiguas pagodas de piedra


Templo de Lingyin o del Alma Escondida. Hangzhou (III)


Está situado en un estrecho valle entre dos picos, el Fei Lai Feng y el Pico Norte, rodeado por colinas y bosques al noroeste del Lago Oeste.

Su nombre se traduce como Templo del Retiro del Alma o Templo del Alma Escondida, probablemente haciendo alusión al lugar donde lo fundó el monje indio Hui Li en el año 326.

Llegamos hasta allí con el autobús Y1 que cogimos en una parada de la transitada calle Nanshan Lu, paralela al Lago.

Hay que decir que la entrada al complejo (50 CNY) no incluye la entrada al Templo Lingyin propiamente dicho para el cual se debe adquirir otro ticket (30 CNY).
Se accede por la ladeera del Pico Fei Lai Feng, que significa "Pico que vuela desde lejos" ya que según la leyenda, esta montaña llegó desde la India no se sabe cómo, una demostración de la omnipotencia del budismo. Justo cruzar la entrada se encuentra el riachuelo y ya se ven diferentes tallas de Buda esculpidas en la misma roca. Se empezaron a esculpir a partir de la segunda mitad del siglo X hasta el siglo XIV, la más antigua se cree que data del 951 y hay un total de 470 de las cuales vimos tan sólo una parte.
El más conocido de todos ellos es el gordinflón y sonriente Buda Maitreya con su prominente barriga que han frotado miles de fieles con la esperanza de conseguir buena suerte y un futuro próspero. Al Buda Maitreya están dedicados estas palabras:

"En su barriga cabe todo aquello intolerable en el mundo

Su boca siempre está dispuesta a reírese de todos los arrogantes bajo el cielo".
Templo de Lingyin o del Alma Escondida. Hangzhou (III)

Templo de Lingyin o del Alma Escondida. Hangzhou (III)

Buda Maitreya

También hay algunas cuevas en el interior de las cuales hay más esculturas de Buda, pero hay que andar con precaución porqué están oscuras y la piedra es muy resbaladiza por la elevada humedad.

Templo de Lingyin o del Alma Escondida. Hangzhou (III)

Interior de la cueva

Fuimos siguiendo el camino y pasamos de largo el Templo de Lingyin con la intención de hacer la visita más tarde. A partir de ese punto disminuye mucho la afluencia de gente, por lo que el paseo hasta el Monasterio budista Yongfu es tranquilo y relajado, rodeados de bosques de bambú y mucha vegetación.


Templo de Lingyin o del Alma Escondida. Hangzhou (III)

Templo de Lingyin o del Alma Escondida. Hangzhou (III)

Templo de Lingyin o del Alma Escondida. Hangzhou (III)

Se van encontrando diferentes pabellones y templos, todos ellos con sus correspondientes salas de meditación, estatuas de Buda de diferentes estilos y tamaños y los grandes incensarios donde los fieles queman las barritas de incienso y los papeles doblados donde han escrito sus deseos.
En uno de los pabellones tenemos la ocasión de ver una exposición de fotografía espléndida sobre la vida de los monjes en el monasterio.
Cuando el día está despejado, desde el mirador parece ser que hay una bonita panorámica sobre el Lago.
Templo de Lingyin o del Alma Escondida. Hangzhou (III)

Templo de Lingyin o del Alma Escondida. Hangzhou (III)

Templo de Lingyin o del Alma Escondida. Hangzhou (III)

Templo de Lingyin o del Alma Escondida. Hangzhou (III)

Templo de Lingyin o del Alma Escondida. Hangzhou (III)

Templo de Lingyin o del Alma Escondida. Hangzhou (III)

De regreso, nos detenemos, ahora sí, en el Templode Lingyin. En su máximo apogeo constaba de 9 edificios de varios pisos, 18 torres, 72 salas y 1300 dormitorios que cobijaban a más de 3000 monjes. Actualmente, a pesar de ser enorme no tiene nada que ver con las cifras anteriores y ha sido reconstruído varias veces debido a los daños sufridos durante la Revolución Cultural y a distintos episodios de pillaje.

Se pueden visitar las diferentes salas, la primera de las cuales es la Sala del Rey Celestial que alberga una estatua de Maitreya, el buda sonriente y barrigón. La siguiente sala es la del Gran Héroe, considerada la principal del Templo y que contiene en el centro una magnífica estatua de 20 metros de Sakyamuni, el histórico Buda sentado sobre una flor de loto. Un cartel informativo explica que fue tallada en 1956 en madera de alcanfor y recubierta con 60 láminas de oro. Otras salas son la del Buda de la Medicina o la de Avatamsaka.
Templo de Lingyin o del Alma Escondida. Hangzhou (III)

Templo de Lingyin o del Alma Escondida. Hangzhou (III)

Templo de Lingyin o del Alma Escondida. Hangzhou (III)

Templo de Lingyin o del Alma Escondida. Hangzhou (III)

Templo de Lingyin o del Alma Escondida. Hangzhou (III)

Templo de Lingyin o del Alma Escondida. Hangzhou (III)

Templo de Lingyin o del Alma Escondida. Hangzhou (III)

Lo que sí llama la atención son las 500 estatuas que se encuentran en la Sala de los quinientos Arhats. Se trata de una gran sala con forma de cruz esvástica y a lo largo de sus cuatro brazos se disponen los 500 arhats, que en el budismo significa todo aquél que ha alcanzado el nirvana y por tanto no volverá a reencarnarse. Son testatuas de bronce todas ellas distintas, algunas de ellas muy tan divertidas como extrañas. En el centro de la cruz gamada se encuentran cuatro bodhisattvas que representan los cuatro puntos cardinales.

Tras comer en un restaurante del mismo recinto, dudamos si subir o no al Pico Norte en teleférico, pero descartamos la idea ya que con la todavía persistente neblina no creímos que la panorámica mereciera la pena.

Templo de Lingyin o del Alma Escondida. Hangzhou (III)

Les encanta hacerse fotos con el traje tradicional


Templo de Lingyin o del Alma Escondida. Hangzhou (III)

Nuestro siguiente objetivo era la Pagoda de las Seis Armonías y como cae lejos del Monte Fei Lai Feng queríamos hacer el trayecto en taxi. Igual como nos ocurrió en Beijing en varias ocasiones, no hubo manera de que algún taxista quisiera llevarnos y con toda la caradura nos señalaban la parada del autobús. En vista del éxito es lo que hicimos, ir en autobús (Y2 hasta Nanshan Lu y K4 hasta la Pagoda), pero esto es ya otra historia. 

Templo de Lingyin o del Alma Escondida. Hangzhou (III)

Pagoda de las Seis Armonías


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Por  Rosi Bg
publicado el 29 noviembre a las 17:29

PRECIOSO ME PARECE UN LUGAR MUY ESPIRITUAL...