Visita la naturaleza! (i)

Si algo bueno tiene la Naturaleza es que nos enseña! Nos enseña de qué va la vida, cómo todo tiene su sentido y su propio momento en ella! Aquí y ahora, por ejemplo, es primavera. Y en esta época del año todo vuelve a brotar, las flores colorean el paisaje y los cursos de agua de los ríos y riachuelos fluyen desde las montañas nevadas. El aire empieza ha hacerse cálido y el azul del cielo se torna brillante y limpio, tras las lluvias primaverales…

Si eres capaz de percibir, la primavera se respira en el aire y te recrea la vista! Después del largo y frío invierno, muchas veces envuelto en una blanca capa de nieve, la vida y sus colores salen de su letargo y se expanden, coloreando el paisaje de verdes intensos y de mútiples colores! Nunca habían estado muertos, tan solo se hallaban ocultos a nuestros sentidos…

Muchas veces el ser humano yace oculto, bajo un manto similar de pieles y de personajes creados, como lo hace la vida bajo la nieve. Interiormente se mantiene  vivo, se regenera para luego volver a expandirse hacia la superficie, a la vista de todos! Esa es la primavera humana que, lejos de suceder en un momento del año o de la vida dados, se manifiesta en cuanto somos capaces de despertar de nuestro invernal, necesario e introspectivo letargo! Mientras llega ese despertar, la vida en nuestro interior se mantiene, crece y madura por dentro… aprendiendo de los hechos que pasan fuera, en nuestra propia historia. Y, en el momento oportuno, la esencia de todo ello sale a la superficie y se comparte…

Y es que la Naturaleza es la gran maestra de la vida! Nos expone sus lecciones siempre que sepamos y queramos aprenderlas, pues todo en ella pasa a cada momento… solo hay que fijarse en ella! Y sus lecciones son el fluir con la vida, buscarle sentido a cada instante y cumplir cada cosa su propósito, en el momento adecuado! Cada singular y maravillosa flor tiene su momento, su nacimiento, su vida y su muerte, sin cesar y sin hacer grandes aspavientos ni sonar marchas triunfales! Silenciosa y sutilmente nace, crece y muere… para volver a empezar su vital ciclo, cada nueva temporada! Y, cuando brota, junta a muchas otras colorea y perfuma el paisaje, creando un escenario primaveral, en el que cada una forma parte del un mismo y magnífico Todo!

Seguirá…

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