Hoy en día los grandes videojuegos (entendiendo grande como de gran presupuesto) se realizan entre cientos de personas. Esto implica que los juegos tienen muchos padres, por lo que es difícil destacar un único creador. En los juegos indie eso no pasa; normalmente son juegos mucho más pequeños y muchos de ellos están realizados por mucha menos gente (a veces, incluso una o dos personas).
El auditorio de la Facultad de Informática de la Politécnica de Madrid
sirvió como presentación inicial de la jornada homenaje.
En los 80 la cosa también era así. Por eso hay muchos creadores de videojuegos legendarios en los 70 y los 80, menos en los 90 y desde entonces lo raro es que aparezca alguno. La mayoría de estos grandes nombres son americanos, japoneses o ingleses. Pero entre tanto extranjero se cuela un nombre español, tan bueno como cualquiera o incluso mejor: Paco Menéndez.
Pese a que en los 80 hacer un juego era cosa de meses, Paco no tiene muchos juegos editados. Básicamente, tres. Pero qué tres. Fred (para mí especial, porque fue uno de los primeros juegos a los que jugué en mi Spectrum), Sir Fred y posiblemente uno de los mejores juegos de todos los tiempos: La abadía del crimen.
Aunque la Abadía cumpla 30 años, sigue inspirando
trabajos modernos, que también están recogidos en el museo.
Mucho se ha hablado del juego, con hasta un libro editado sobre él, pero el viernes 17 de noviembre de 2017 una nueva muesca se añadía a los logros de la inmortal obra de Paco Menéndez y Juan Delcán. En la facultad de ingeniería informática de la Universidad Politécnica de Madrid se celebró un acto para conmemorar los 30 años del juego, la obra filatélica asociada a la misma (la cual está siendo todo un éxito, con una demanda internacional bastante curiosa) y la apertura de una sección dedicada al videojuego en el museo de la facultad, dedicada a los pioneros de la industria y especialmente a La abadía del crimen y a Paco Menéndez.
¿Cuántos videojuegos en el mundo pueden presumir
de haber aparecido reflejados en un sello?
En la ceremonia de presentación se pudo escuchar las palabras de la hija de Juan Delcán en un emotivo vídeo, de la hermana de Paco Menéndez, así como conocer un poco el proyecto de creación y el valor de una obra filatélica como la de los sellos conmemorativos de La abadía del crimen. También se realizó el anuncio público de un concurso de videojuegos para estudiantes, y tras el simbólico matasellado de los sellos se condujo al público asistente (en el que se podía encontrar leyendas como Paco Suárez o Carlos Granados, por poner un par de ejemplos) al museo para contemplar todo el material expuesto sobre La abadía del crimen.
Varias ediciones del juego y “la biblia” del Spectrum hecha revista: Microhobby.
Por cierto, Microhobby regaló el juego en su número 215 de noviembre de 1991.
Allí, entre viejos equipos que van de grandes dinosaurios de IBM a una Game Boy Color, nos dejamos llevar por un relato histórico a través de la obra de este genio, concretada en La abadía del crimen. Los paneles informativos relataban la historia detrás de la concepción y desarrollo del juego, los sinsabores para llegar hasta el mismo, y las relaciones personales entre los autores, uno de los aspectos que quizás menos han sido tratados al hablar del juego, y que evidentemente guarda una fuerza inherente al desarrollo del juego. Sin la complicidad entre Paco y Juan, posiblemente no se hubiera llegado a lograr aquella proeza de 8 bits.
En la presentación también se pudo ver un emotivo vídeo narrado por la hija de Juan Delcán.
Dispuesta de manera didáctica y muy atractiva, los naranjas y azules llevan al visitante a lo largo de este relato salpicado de imágenes históricas, declaraciones de los protagonistas, contextualización histórica y no pocas referencias. Los interesados también podían vislumbrar el juego corriendo en un Amstrad CPC 464 de la época, así como dejarse llevar por lo que en la actualidad se ha producido sobre el mismo, como remakes, recopilación de datos técnicos, técnicas de la programación, etc. Realmente muy instructivo e interesante.
Las revistas de Hobbypress dedicaron sus portadas al juego.
Aquí, la Micromanía número 33.
Evidentemente no faltó un espacio para uno de los últimos reconocimientos para con la obra de Paco y Juan, y ahí estaba plasmado el proceso, arduo, de cristalización en forma de sello conmemorativo por parte de Correos, una tarea nada baladí que tuvo que sortear no pocas complicaciones pero que finalmente se hizo realidad hace unos meses, para regocijo de los seguidores de la obra y amantes de los videojuegos y la informática clásica. En definitiva, un trabajo espectacular y muy original, ¡que también debería servir para incentivar el envío de cartas estas navidades! ;)
Entre las muchas muestras, también tenemos el premio homenaje otorgado por la AUIC
a título póstumo a Paco Menéndez.
El refrigerio que se ofreció para deleite de los asistentes fue aprovechado por los asistentes para compartir anécdotas, comentarios y poner caras a viejos conocidos por las redes. Un evento de este tipo siempre es un momento esencial para estrechar lazos entre todos aquellos que disfrutamos de esta afición, y más cuando se trata de reconocer un trabajo que nos hizo tan felices cuando fuimos más jóvenes.
Desde RetroManiac animamos a todos los que puedan acercarse a la facultad de informática de la Universidad Politécnica a que visiten el museo y no dejen de pasearse por esta nueva exposición sobre uno de los juegos más icónicos realizados en nuestro país, al tiempo que se deja llevar por un recorrido histórico a través de la informática.
Por Vampirro
Encontraréis más imágenes en la galería en Flickr de la AUIC
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Imagen de la entradilla: AUIC