El día hoy comienza más temprano de lo normal, hemos quedado con Hideo, nuestro último acompañante de Tokyo Free Guide y el único que habla español. Nos comenta que vivió unos años en Barcelona y también en Méjico, pero que hace años que volvió a Japón y que casi no practica español aunque trata de oír con su esposa un programa de radio que hay cada día. A nosotros nos parece que habla un español más que correcto y lo que no podemos entender en castellano se habla en inglés y no hay mayor problema. Hideo es un señor encantador, que ha venido temprano a recogernos a nuestro hotel para llevarnos al famoso Tsukiji Market, una de las más impresionantes lonjas de pescado del mundo y donde se mueve gran parte del pescado de Japón, lo cual es mucho teniendo en cuenta la cantidad de pescado que se vende en este país.
Tomamos el metro en Shinjuku y nos dirigimos a Tsukiji Market,
ya al bajar del tren y comenzar a subir las escaleras hacia la calle se nota el olor al pescado, cada vez más fuerte. Los alrededores del mercado son tranquilos, pero se ve gente que se acerca a la entrada del mercado. Nosotros también nos acercamos y entramos por una puerta por la que sólo entran camiones y nosotros, no sabemos qué es lo que Hideo ha dicho al guarda para que nos deje pasar por esta puerta. Nos indica que hemos de tener cuidado pues las personas que trabajan en el mercado van como locos de aquí para allá acarreando pescado.Lo cierto es que vemos gente que acarrea pescado en carros de mano, en camiones o en una maquina muy simpática con un solo faro y un volante gigante que va corriendo por todo el mercado conducida con una pericia digna de admiración. Este tipo de vehículo lo hay antiguo que funciona con gasoil o gasolina y más moderno que funciona con motor eléctrico y por tanto no contamina.
Paseamos tranquilamente entre los pasillos del mercado viendo como la gente compra y vende pescado de muy diversos tipos y calidad, aunque casi todo parece bueno a nuestros inexpertos ojos, Hideo se encarga de explicarnos las grandes diferencias de precio en el mismo pescado en función de la calidad del mismo.
En el mercado vemos desde atunes rojos con una pinta fantástica a ostras o mejillones con unos tamaños que no habíamos visto nunca en occidente, si que los habíamos visto en China, pero no tan de cerca ni tan frescos.
Tras la visita al mercado propiamente dicho, nos dirigimos a dar un agradable paseo por los alrededores, bulliciosos y llenos de comercios que venden montones de cosas, desde ingredientes para cocinar, pescado como no, e incluso herramientas o tornillería. Es una especie de mercadillo de calles estrechas y llenas de tiendas y gente. En estas calles se enclavan muchos restaurantes que ofrecen sushi de excelente calidad con los productos que a diario compran en el vecino mercado de Tsukiji.
Es una pena que sea tan temprano y no podamos comer aquí, pero nadie nos va a quitar la opción de probar el sushi con el pescado de Tsukiji Market aunque sea para un desayuno tardío