Hoy contamos con la inestimable colaboración de nuestra amiga Michiko de Tokyo Free Guides. Va a acompañarnos durante todo el día y aprovecharemos para que nos cuente cosas de la cultura y nos pueda explicar un poco el punto de vista de la cultura japonesa.
Nuestros pasos se dirigen hacia el Palacio Imperial de Tokyo, residencia oficial del emperador. La gran mayoría del palacio no es visitable por los turistas salvo un par de veces al año, pero bueno, nos comenta que los jardines y las partes que se pueden visitar merecen la pena.
Llegamos hasta allí en metro, nos bajamos en la estación de Tokyo y desde allí damos un corto paseo hasta el Palacio. Ya desde lejos se va viendo el recinto amurallado que lo rodea y que envuelve los jardines del palacio. Las murallas además están rodeadas por un foso donde hay algunos peces.
Nos dirigimos hacia la puerta y vemos unas grandes grietas y un montón de escombros en el suelo en uno de los edificios que están sobre la puerta de entrada.
Dado que llevamos una guía de lujo se para a hablar con el guardia quien le confirma nuestras sospechas, estos daños fueron causados por el terrible terremoto del 11 de marzo. Una auténtica pena, nos comenta el guardia que hay más partes del Palacio que han sufrido desperfectos debido a los temblores de los últimos meses.Tras pasar la puerta ya nos encontramos dentro de los jardines del Palacio, realmente fantásticos, grandes avenidas pobladas de vegetación y diversa flora local. Enseguida encontramos un pequeño edificio que alberga unos grabados tradicionales de excelente calidad y que nos han gustado muchísimo.
Continuamos con nuestro paseo y seguimos viendo los jardines, los edificios de las caballerías y aquellos donde dormían los guardianes del Palacio en otros tiempos. Uno de los edificios es una especie de auditorio donde los músicos imperiales tocan para el emperador, hoy no está el emperador pero los músicos están ensayando, con lo cual tenemos gratis una muestra de música tradicional japonesa digna de los oídos del propio emperador de Japón y no podemos estar más contentos
Dentro de los jardines encontramos también unas ruinas de una torre de vigilancia,
nos comentan que en sus tiempos tuvo una arquitectura parecida al castillo de Osaka pero que fue derruida y se decidió no volverla a reconstruir pues ya no había guerras ni enemigos que vigilar a través de la misma.Continuamos nuestro paseo y salimos de los jardines del Palacio Imperial de Tokyo y nos dirigimos nuevamente a la estación de metro de Tokyo donde cogemos el metro a nuestro próximo destino.