Visitando el Tokyo de a pie – Koenji

Nos dirigimos a Koenji, una zona residencial de Tokyo donde vamos a ver la vida del día a día de la gente de esta ciudad más allá del ajetreo de las zonas de oficinas o centros comerciales del centro de la ciudad.

Podríamos decir que Koenji es una especie de ciudad dormitorio de Tokyo. Aquí vive mucha de la gente que trabaja en centros de oficinas cercanos como Shinjuku. Es fácil llegar aquí desde Tokyo no está a más de 10 minutos desde Shinjuku y puedes venir gratis con la JR Pass o si no pagando un billete de precio bastante asequible.

Nada más bajar del tren y salir a la calle de la estación ya puedes observar la diferencia con las estaciones de Tokyo. Esta zona no está llena de altos edificios sino de edificios más bajos y puesto que es media mañana se observa un gran bullicio de gente.

Muy cercano a la estación de Koenji podemos encontrar calles muy comerciales donde encontrar desde un supermercado donde definitivamente no han visto occidentales en muchos tiempo y tiendas pequeñas, estilo mercado en España; carnicerías, pescaderías, tiendas de venta de Té, Izaskayas …

Es una visita muy recomendable que te deja ver el día a día de las amas de casa japonesas, como van a comprar la comida

con sus bicicletas y puedes observar que los precios aquí, aun siendo altos no lo son tanto como acostumbramos a ver en el centro de las ciudades.

Tras pasear un rato por esta agradable zona, donde nos comentan que también viven muchos estudiantes, llega la hora de comer. Encontramos un edificio en cuyos bajos hay varios sitios para comer y bajamos a echar un vistazo.

Finalmente decidimos comer en un local de Ramen, por supuesto aquí si que no hay carteles en otro idioma que no sea japonés y para comer hay que comprar el ticket en las máquinas que hay en el exterior de los locales. Para colmo el local que hemos decidido no tiene tampoco Fotos de los platos, así que allá vamos, a la aventura, escogiendo la comida por colores, una amarilla y una naranja

esperando que fueran tonos de color en función del picante pues había otra roja.

Efectivamente así era, el amarillo pica muy poco y el naranja un poco más aunque asumible. Muy bueno todo y el trato recibido maravilloso. Hemos comido muy muy bien por menos de 7 € cada uno.

Tras la comida tomamos un minibús que nos llevará a nuestro siguiente destino, el Omiya-hachimangu Shrine.