Pero el barrio de La Boca es la historia viva de la capital de Argentina, es el inicio de todo lo que allí sucede. Es la boca final de un Riachuelo que vierte en el Río de la Plata sus aguas turbias, y es el inicio y final de innumerables viajes que trajeron a la argentina tantos y tanto inmigrantes.
Porque la Boca es lo que es, porque allí surge la mixtura, la fusión, el germen del ser Argentino. Por allí sucedieron los primeros asentamientos de la ciudad, que luego se fueron trasladando más al norte, por las características anegadizas de la zona. Pero allí se quedó prácticamente durante todo el siglo XIX el puerto de entrada a la Argentina, embocadura de sueños de tantos y tantos genoveses que llegaron a ese puerto y dieron la impronta al barrio, tanto es así que a los nativos de esa zona tanto como a los hinchas del Boca Juniors, se los conoce como Xeneises, que quiere decir genovés en su dialecto, nombre que también tomaron como propio los hinchas de Boca Juniors.
Así es que el barrio no sería lo que es, sin otro de sus bastiones incontestables: el club de fútbol y su impresionante estadio, conocido como La Bombonera. Porque este "ser de Boca" configura una identidad, y esa mole cuadrada de cemento se yergue como un templo vibrante que transforma el barrio cada vez que su equipo azul y oro juega en ese campo.
La legendaria Bombonera
Con ojos de una nativa de esta ciudad, yo diría que lo que menos me interesa del lugar es el famoso Caminito, un mercado consolidado para el turismo y para los domingueros de la ciudad, que es un espacio en que el arte surge de las piedras, y en el que el motivo inspirador es su hermosa originalidad y por supuesto , escenas de tango. Famoso por las chapas pintadas de colores de los otrora conventillos, la calle serpentea como lo hacía las vías del tren que pasaba por ahí, y fue convertida en Museo abierto, entre otros por el famoso pintor Benito Quinquela Martín, de quien conviene empaparse antes de visitar el barrio.
Al final de Caminito, hay una deliciosa placita, donde tengo la suerte de tener un hermano que pone sus cuadros a la venta, y es acompañado, por personajes absolutamente boquenses y que colorean la idiosincarasia del lugar. Una de las veredas de esa plaza, tiene una galería de souvenirs y un cafecito muy interesante.
Homenaje a la legendaria unidad de Los Bomberos Voluntarios de La Boca
Podríamos decir que hay una La Boca para turistas, que sería Caminito y algunos bares donde se baila tango "for Export", y una La Boca auténtica, la que vive y trabaja allí, que basta con caminarla y encontrarla en cualquier tienda de barrio, o en cualquier café o bar aledaño, más bien acercándose a la cancha de Boca.
El Edificio que da origen al famoso Caminito
Porque este templo, hay que visitarlo. Hay un Museo, y hay horarios de visita para entrar al campo. Pero quien venga con tiempo y tenga la suerte de coincidir su estancia con un partido de los "Xeneizes" puede aventurarse a ver rodar la pelota por ese césped, y vivir en primera persona la estrepitosa experiencia de ver un match de futbol en lationamérica. Para ésto, yo intentaré la próxima vez realizar el adrenalina tour , una vivencia que te ofrece la barra brava del club, que te lleva a ver con ellos el partido. Desde luego, una experiencia única, que `puedes averiguar en la Casa Amarilla, desde donde salen.
Por supuesto , en La Boca es imprescindible caminar a la vera del Riachuelo, donde los domingos hay un mercado de souvenirs, y poder contemplar el transbordador de hierro, que en el Siglo XX llevaba personas y coches a la Isla Maciel. Hoy en día su uso lo ha reemplazado un puente convencional, pero luego de discusiones , e incluso intentos de derrumbar la bella mole de hierro, se convino que es un símbolo de este barrio, y se lo declaró bien de interés cultural .
Paseo por el Riachuelo
Todos los bares y parrillitas que hay en esta zona, "te verán la cara de turista" y será complicado hacer una experiencia auténtica. Eso no quita, que te pondrán lo mismo una típica Milanesa con papas fritas o un churrasco bien rico.
Quienes tengan tiempo, yo aconsejo organizarse para ir a comer al restaurant El Obrero, y de paso , conocer otro aspecto del Barrio, es decir una zona menos turística, con vida de barrio, y de paso aventurarse a ver otra de las grandes apuestas culturales de Buenos Aires como es La Usina del Arte.