El despertador suena a las 8:00 horas, como cuesta levantarse. El día amanece tal como acabó ayer, gris y lluvioso. Que bien viene la ducha para despertar!
Hacemos unos cafés en el cobertizo lo subimos a la habitación y desayunamos con nuestras galletas. Todo preparado y salimos. Primero vamos a un centro comercial a comprar una tarjeta micro sd para mi móvil, me esta dando problemas la que tengo. Aprovechamos para comprar fruta y alguna cosilla más.
Próxima parada, el Castillo de Hunyad en Honedoara (Castelul de Corvinilor). Tenemos 120 km por la A1 (autovía que conecta con Hungría). Llueve durante todo el camino. Las autovías en Rumanía tienen el límite de velocidad en 130 y con lluvia en 80. Llueve, a veces bastante, pero nadie va a 80.
CASTILLO DE HUNYAD
Al llegar hay que dejar el coche en el parking que hay a la derecha. Parece de pago, pero nadie nos pide nada y las barreras están abiertas, así que, nos vamos. Según te acercas, cada vez parece más un castillo de cuento. Tal cual te imaginas los castillos, con sus torres, almenas, puente, incluso un río.
Al Castillo de Hunyad se le suele denominar también Castillo Corvino ya que en 1409 el rey de Hungría, Segismundo, otorgó la propiedad a Voyk Hunyadi (de ahí el nombre Hunyad ) como símbolo de gratitud por las batallas libradas a su señor. La dinastía familiar continuada por el Rey de Hungría Matías Corvino la siguió ocupando, primero como fortaleza y luego como residencia.
Rumanía no existió como reino independiente hasta 1881, así que por mucho tiempo éste fue uno de los castillos más importantes del Reino de Hungría y una de sus piezas claves en la defensa contra el Imperio otomano. El castillo volvió a ser ampliado en los siglos XVII y XIX, pero a mediados del siglo XX el abandono y un incendio parecían condenarlo a la ruina. Sin embargo, tras una importante restauración fue convertido en museo en 1974 y desde entonces se han seguido rehabilitando numerosas zonas. Solo queda una torre original.
Su ubicación no es casual, ya que con anterioridad los romanos establecieron un castro. El exterior del castillo es muy fotogénico, con perspectivas muy diferentes desde todos los ángulos. Lastima de lluvia para haber podido dar una vuelta por los alrededores.
Hay mucha gente, sobre todo chavales de excursión. Llueve bastante, pero nos detenemos ha hacer fotos que bien merece la pena.
Vamos a la taquilla, la entrada cuesta 30 RON cada adulto. Enseño el carnet de prensa y yo entro gratis. No se paga nada por cámara de fotos. Cruzamos el puente de madera, de grandes pilares de piedra.
Al entrar vemos que está todo numerado, hace falta descargarse una app gratuita en el móvil, que es una audio guía. Se llama Tourpipe, la descargamos allí mismo, pero no funciona.
Nosotros empezamos por la sala de torturas y la cárcel. Que animales eran estos del medievo!!! La ambientación es muy buena, con sonidos y todo.
Salimos al patio y vamos siguiendo las diversas estancias. Cocina, habitaciones, la sala de los trofeos con animales disecados, la capilla, vestuario de época, etc.
En una sala hay el esqueleto de una mujer que encontraron en unas excavaciones.
Vamos saliendo a todas las torres y asomándonos para ver las vistas.
En una de las terrazas hay un foso donde cuentan que tenían un oso y tiraban allí a los prisioneros.
Es una pena que no hayan sabido conservar el entorno a su alrededor, han construido fábricas y edificios de dudoso gusto. Es una ciudad muy industrial y prácticamente todo el castillo está rodeado de fábricas.
Disfrutamos muchísimo de la visita, pero que frío hemos pasado. En la sala de torturas la calefacción se nota y se está muy a gusto.
Nos vamos después de dos horas con una sensacional muy agradable.
En las guías pone que es el castillo más bonito de Rumanía y exteriormente es sin duda el más bonito que hemos visto.
Son casi las dos, habrá que buscar donde comer. Buscamos uno por google, pero está cerrado. Decidimos continuar camino y ya decidiremos. Ponemos camino hacia Alba Iulia, waze nos marca 60 km y 1 hora. A 15 km del destino dejamos la autovía y en el primer pueblo que atravesamos vemos algo abierto y no lo pensamos, paramos.
Es un fast food, pero no nos importa, es tarde y tenemos hambre. Nos pedimos unas hamburguesas. Da la casualidad de que la chica habla español, ha vivido 14 años en España. Charlamos con ella mientras nos prepara la comida. De bebida no tienen mucha opción, Beatriz le pide una cerveza y nos dice que ella no, pero que la del bar de al lado si que tiene. Beatriz pasa con ella a por una.
Mientras comemos mirando el móvil, vemos un mensaje del hostel donde nos alojamos hoy. Por un problema en el sistema hoy no nos pueden alojar. Nos han buscado otro alojamiento para esta noche, es algo más caro pero ellos asumen la diferencia por las molestias. A ver donde dormimos hoy... Esto hace que tengamos que visitar Alba Iulia más rápido de lo previsto para llegar pronto al hostel, al menos ha dejado de llover.
CIUDADELA DE ALBA IULIA
Llegamos a Alba Iulia y nuestro amigo waze nos lleva hasta la Ciudadela Alba Carolina, que es lo más importante para visitar de esta ciudad. Hay un parking gratuito junto a la entrada. Aparcamos y entramos deprisa. La fortaleza tiene una enorme muralla de piedra y ladrillo. Sus doce kilómetros rodean todo el perímetro, vista desde el aire tiene forma de estrella.
Su construcción, en estilo Vauban, comenzó el 4 de noviembre de 1715 durante el gobierno de los Habsburgo en Transilvania. Se construyo donde antes hubo una medieval y anteriormente una fortaleza legionaria romana. Lleva el nombre de Carlos VI, conocido como Carol VI en rumano, que era el Emperador del Imperio Austro-Húngaro en el momento de su construcción.
Alba Iulia es el lugar de "nacimiento" de Rumanía.
En la Sala de la Unión, en diciembre 1918, más de 1000 representantes de varias regiones del país firman el tratado de la unión de Transilvania con el resto de Rumanía y una nueva Constitución.
CATEDRAL DE LA REUNIFICACIÓN
Entrar a la ciudadela es gratuito. Lo primero que vemos es la Catedral ortodoxa de la Reunificación. Construida en 1921-1922 en estilo bizantino. En ella fue coronado como rey de Rumanía en 1922 Fernando I, por lo que también se la conoce como "catedral de la coronación".
Al poco de entrar una señora nos agarra por banda y nos empieza a explicar la iglesia. Le decimos que no entendemos rumano. Ve entrar a una chica jovencita y la pregunta si sabe hablar ingles, la chica dice si, lo que la espera... La señora nos va explicando cada imagen, cada detalle de la iglesia, lo que significa. La chica traduciendo y tanto ella como nosotros sin saber como cortar a la señora, y besa aquí, y toca allá. Nos explican la reunificación de Rumanía y que por eso están juntas las dos iglesias, la ortodoxa y la cristiana. Al final le decimos que nos tenemos que marchar, la chica respira, nosotros también y la señora se queda un poco como, porque os vais tan rápido...
CATEDRAL DE SAN MIGUEL
Después entramos a la Catedral de San Miguel. Esta Iglesia católica de estilo gótico, fue construida en el siglo XII. Después de la destrucción por parte de los tártaros, la catedral fue reconstruida en el siglo XVIII, es lo que vemos hoy. El templo destaca por el coro gótico, una puerta renacentista y su imponente torre.
Damos un paseo deprisa por la ciudadela. Vemos muchas estatuas de bronce muy curiosas.
Junto a la gran plaza y cerca de la puerta occidental vemos unos restos de la época romana.
BIBLIOTECA BATTHYANEUM
De regreso hacia el coche pasamos por la Biblioteca Batthyaneum, fundada en 1784. Es una pena pero está cerrada por inventario, o al menos eso leemos en un cartel que hay en la puerta. Contiene más de 60.000 volúmenes, entre ellos muchos manuscritos e incunables de gran valor. Por ejemplo el "Codeus Aureus", un evangelio latino del siglo VIII-IX, con letras de oro y miniaturas de extraordinaria elaboración.
Con las mismas al coche. Siguiente destino la ciudad Cluj Napoca, donde haremos noche. Waze nos marca 90 km y una hora y media. Vamos casi todo el camino por autovía. Algunos ratos con agua. A las 19:00 horas llegamos al Hostel Youthinks. Aparcamos fuera y entramos a ver que nos dicen. Una chica jovencita nos comenta que ha habido un error en el sistema, parece ser que cuando hicimos la reserva, en ese mismo segundo otra pareja hizo otra reserva y el sistema nos dio el ok a todos. Nos pide un montón de veces disculpas y que podemos alojarnos por esta noche en otro hostel con los que ya han hablado. Es algo más caro pero ellos asumen la diferencia. Hemos pagado 24€ por noche con desayuno.
Nos dice si queremos un café y la decimos que si. Mientras estamos con el café aparece otro chico comentándonos lo mismo y disculpándose todo el rato. Nos dice que en los 4 años que llevan funcionando es la segunda vez que les ocurre, que cuando 2 clientes reservan en el mismo minuto el sistema no lo detecta, ya es casualidad. El otro hostel esta en el mismo centro y no tienen aparcamiento, nos da la opción de dejar aquí el coche guardado e ir en taxi y volver mañana en taxi. Le decimos que perfecto. Aparcamos el coche, cogemos las mochilas y nos vamos con él en un taxi.
Nos llama la atención que los taxistas llevan en el móvil la aplicación del taxi, que modernos.
Al llegar hablan entre ellos y muy majos también en este hostel se llama Zen Hostel (Bulevardul Eroilor 47). Las habitaciones son sencillas pero está limpio y tenemos cuarto de baño privado. En las instalaciones hay una cocina que podemos usar.
Tenemos calefacción y 2 radiadores grandes, así que lo primero que hacemos es lavar ropa y aprovechar estos buenos radiadores para secar la ropa. Está situado en pleno centro.
Al encender el ordenador veo que se me ha gastado la pila del ratón y al ir a preguntar al chico de recepción donde puedo comprar una, saca un paquete y me la regala. Opero la tarjeta micro sd del móvil y todo solucionado.
Para cenar nos preparamos unos bocatas con unas cervecitas en la habitación, que al calorcito se está de lujo. Después subimos a la azotea que es donde está la cocina a tomarnos un café. Fijaros en los cojines con forma de camisa, son lo más.
Saludos viajeros.
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