Visitar las minas de Potosí es un viaje al interior de la tierra. Un viaje especial dentro del Cerro Rico y donde además conocerás a los protectores de la mina.
Visitar las minas de Potosí
Llegué a la ciudad de Potosí en febrero, con una temperatura agradable y ya acostumbrada a la altitud. Esta ciudad se encuentra a más de 3900 metros sobre el nivel del mar (msnm) y en algunos lugares como mi hotel a más de 4000, donde tienen un simpático cartel que indica que tienen el "ciber" más alto del mundo a 4100 msnm.
El día que llegué a Potosí pregunté por la zona donde se encontraban las agencias que realizaban el tour a las minas de Potosí, ya que tienes que hacerlo si o si con un guía. Pregunté en tres agencias y me quedé con una que me atendieron bien y estaba bien de precio. Fue un tour casi privado, solo estuve con otra pareja y la guía.
El mercado minero de Potosí
Empezamos el tour un sábado por la mañana, nos reunimos en la puerta de la agencia y pusimos rumbo al mercado minero. Allí te explican algunas cosillas, como por ejemplo, que los mineros mezclan las hojas de coca con otras sustancias, por ejemplo bicarbonato o stevia. Nos comentaban en el mercado, que lo utilizan para darle mejor sabor y sobretodo, para producir más saliva y que las hojas de coca hagan más efecto.
En el mercado minero compramos regalos para los mineros que ya te vienen preparados. En la bolsa te incluyen una botella de refresco, hojas de coca y cigarrillos. Aunque no es obligatorio es más que recomendable comprarles algo.
Para poder visitar las minas de Potosí hay que ponerse ropa de seguridad que te viene incluida en el precio de la entrada. Consta de pantalón y camisa, que te lo pones encima de tu ropa y botas de agua y casco.
Llegada a Cerro Rico
Con la ropa puesta ponemos rumbo al Cerro Rico, hacemos una parada y nos explican los tipos de metales y minerales que se extraen de la mina. Como la visita la hice solo con una pareja, era mucho más fácil hacer preguntas y consultar dudas. Fue muy interesante y las vistas que teníamos de la ciudad y del paisaje en general eran magníficas.
En Cerro Rico hay muchas galerías por las que se puede entrar a la montaña y donde trabajan los mineros, agrupados en cooperativas. Nosotros nos acercamos a una de las entradas de las minas de Potosí.
Una vez que llegamos a la puerta de la mina vimos a algunas personas trabajar moliendo piedras para poder separar la plata de la parte inservible y sin valor. Todo lo hacen de forma artesanal y las maquinarias utilizadas parecen llevar bastante tiempo con ellos. Allí dejamos nuestros regalos para los mineros y a los pocos minutos entramos en la mina.
Conocemos al Tío
Bien equipados y con las luces encendidas nos metimos por el pequeño túnel. Vamos en busca del Tío, el protector de los mineros, el que les concede sus deseos materiales, vamos en busca del Diablo.
El Tío, como lo llaman los mineros, es el Dios del inframundo. Él les ofrece protección a cambio de ofrendas. Por lo general hay una escultura del Tío en cada galería y allí podrás ver las diferentes ofrendas que le hacen los mineros. Ellos le ofrecen cigarrillos, hojas de coca, alcohol, entre otras cosas. En la época de carnaval, que es cuando yo llegué, también lo adornan con serpentinas y colores alegres. El diablo es muy importante en esta época del año.
Nuestra guía le hizo una ofrenda al Tío, la puedes ver en el vídeo.
Una vez que termina la ofrenda, continuamos recorriendo la mina hasta el siguiente protector, hasta el que concede los deseos espirituales. En este caso es un Cristo, aunque como verás en la foto está cubierto por serpentinas y adornos que hacen difícil adivinar lo que hay debajo.
El camino para llegar hasta él se va volviendo más complicado. En algunos momentos tenemos que agacharnos mucho porque el túnel se vuelve cada vez más pequeño. Te diría que a veces eran como de un metro de alto, con el suelo encharcado. Y en algunas ocasiones te encuentras las vigas que sujetan el techo partidas y una oscuridad rota solo por las luces de nuestros cascos.
Sentir una detonación dentro de la mina
Y de golpe escuchas un estruendo y miras las paredes para ver si algo se mueve. La guía te pregunta si "sintieron eso?" y tú sigues mirando que nada se mueva, porque lo que oíste fue una explosión y te encuentras en las entrañas del Cerro Rico. Entonces la guía nos dice que fue una detonación que han hecho los mineros que están trabajando en otra galería y que es normal!
Después de visitar a las dos deidades de la mina, comenzamos nuestro camino de retorno. Una vez fuera le pregunto a la guía cuanto hemos recorrido, me dice que unos 800 metros.
La verdad que la visita a la mina es muy impactante. Porque nosotros solo estuvimos un ratito caminando doblados por unos túneles estrechos, con el suelo lleno de agua. Pero los mineros trabajan horas y horas en esas condiciones, y la extracción la hacen de manera artesanal.
Tú has visitado las minas de Potosí? Cuál ha sido tu experiencia?