Londres es sin duda una de las ciudades europeas con más atractivo turístico, y puede sonar una aberración el hecho de que escribamos un post sobre cómo visitarla en tres días, pero si nos organizamos bien y priorizamos nuestro tiempo, podremos disfrutar de los numerosos encantos de Londres en un viaje corto de 3 días, lo que nos vendrá de perlas para los que solo podemos hacer escapaditas de un fin de semana.
Antes que nada, a la hora de reservar hotel, es muy importante que te fijes en la localización del mismo y trates de conseguir una habitación en uno de los hoteles más céntricos, porque para los que tenemos el tiempo justo, no nos conviene perder dos horas todos los días yendo y viniendo desde el hotel al centro de Londres, que es dónde se encuentra la mayoría de su atractivo. Por lo tanto, utiliza el multibuscador de Hotelando para encontrar la mejor oferta de hotel en Londres asegurándote de que la distancia al centro es la menor posible.
Una vez elegido el hotel en Londres, nos ponemos en marcha con la planificación de nuestro tiempo. Lo esencial es la organización, ya que llevar de antemano los sitios elegidos es la mejor manera de aprovechar al máximo nuestra experiencia. Por supuesto, en una ciudad tan rica en espectáculos y cultura, conviene echar una ojeada a los eventos que se están produciendo mientras dura nuestra visita. Un muy buen sitio para hacerlo es nuestro blog sobre Londres. Otro buen consejo es que visites la página de London Pass, que ofrece entradas a muchos de los sitios más turísticos de Londres, a un precio reducido.
Día 1:
Empezamos la mañana tomando un buen desayuno inglés en Covent Garden. Después de hacer muchas fotos a este fantástico mercado, nos dirigimos en un tranquilo paseo hacia Trafalgar Square, en la que podremos disfrutar de un ratito de cultura en la National Gallery.
Como ya habremos visto desde las escaleras de la National Gallery, siguiendo la calle WhiteHall, llegaremos al archiconocido Big Ben y al parlamento. En nuestro camino al famoso reloj, pasaremos por la entrada a la calle Downing, dónde en el número 10 se encuentra la residencia del primer ministro. Enfrente del parlamento podemos encontrar la Abadía de Westminster (Si se encuentran en misa, no cobran por entrar).
Desde el Big Ben cruzaremos el puente de Westminster para llegar al “London Eye”, la gran noria que ofrece unas vistas espectaculares de la capital Británica. Si el día está despejado, la entrada merece la pena.
Si te encuentras con muchas energías, te recomiendo que emprendas el largo paseo que va desde el London Eye hasta el Puente de Londres. Son aproximadamente 2,5 millas, pero en su trayecto encontramos restaurantes donde poder comer, la Tate Modern, o el puente del Milenio.
Cuando llegamos al Puente de Londres (perdón, al puente de la torre), podemos disfrutar de uno de los pubs que se encuentran en uno de esos rincones tan poco conocidos y tan mágicos que Londres alberga: St. Katharine’s Pier. En este hermoso embarcadero encontraremos un Starbucks para tomar café o los deliciosos Muffins Londinenses. Tras el refrigerio, podemos hacer una visita a la Torre de Londres.
Para acabar el día, podemos tras un sencillo paseo, llegar a la catedral de San Pablo y contemplar su majestuosidad.
Como colofón, ¿Por qué no compartir el hábito de tomar unas cervezas en los típicos Pubs?
Día 2:
Tras el largo día de ayer, amanecemos con fuerzas para conocer otra cara de Londres, la más sofisticada. Empezamos por Picadilly Circus. Esta plaza que siempre (este siempre es literal) está repleta de gente es un punto de distribución de la ciudad, y un cruce que nos lleva a las arterias más importantes de la urbe inglesa. Si nos adentramos en Regent Street, llegaremos a una de las tiendas de juguetes más famosas del mundo: Hamley’s. Después desembocamos en Oxford Circus, y tras girar a la derecha por Oxford St. llegamos a Tottenham Court Rd. en cuya esquina podemos ver el teatro dónde se realiza el musical “We Will Rock You”, altamente recomendado. A 400 metros de este lugar y girando a la derecha por las indicaciones, llegamos al museo Británico.
Después de nuestra visita al British Museum, cogeremos un metro que nos lleve hasta la parada de South Kensington. Desde esta parada, podemos ver los museos de História Natural y el Museo de Ciencias. Pero eso ya son mucho museos por hoy! Vamos a tomar el aire a Hyde Park, que se encuentra a un tiro de piedra del Museo de Ciencias.
Para acabar este largo día de Museos, ¿por qué no un musical? Desde Picadilly Circus, accediendo por Coventry St. se encuentra la plaza de los cines por excelencia: Leicester Square.
Día 3:
Para el último día os hemos preparado una sorpresa. ¡¡Una excursión!!. No muy alejada de Londres se encuentra la encantadora villa de GreenWich. Para acceder a ella se necesita ir en Metro, pero basta con tener un billete de zona 2.
En el pueblo de Greenwich (pronunciado grenich) se encuentra un observatorio astronómico en el lugar dónde está el meridiano 0, además del famoso barco Cutty Shark. Como colofón, el rey de Inglaterra Enrique VIII, quiso convertir Greenwich en el nuevo Versalles, con lo que podemos encontrar fabulosos jardines y residencias reales.