[TRANQUILIDAD: ESTE ARTÍCULO NO CONTIENE SPOILERS] Ha habido muchos intentos de hacer series de televisión y películas sobre piratas, habiendo unas cuantas producciones que han tenido grandes éxitos comerciales y ante la crítica, y habiendo muchas otras que no alcanzaron el éxito deseado, debido, sobre todo, a los argumentos de dichas producciones en cuestión, que resultaban ser, en gran parte de los casos (no en todos, tampoco es cuestión de generalizar), bastante pobres y faltos de originalidad.
En mi opinión, creo que era necesaria una renovación en este tipo de producciones, porque estaba llegando a ser muy repetitivo este género. Pero parece que se ha conseguido, por ahora, dicha renovación, a través de una serie que está gustando mucho, sobre todo en Europa y el continente americano: Black Sails.
Aunque es una serie donde la piratería tiene un protagonismo claro, tiene diversos elementos que la diferencian de la mayor parte de las típicas producciones sobre piratas. En primer lugar, el hilo argumental ya es muy interesante, a la vez que tiene un punto de vista original, sin que por ello se pierdan sus orígenes. Y digo todo esto porque esta serie es una precuela de la famosa novela del escocés Robert Louis Stevenson titulada La isla del tesoro; más en concreto, los hechos que narra esta serie se situarían veinte años antes de los hechos que narra Stevenson en su novela.
Por todo ello, no es de extrañar que tres de los personajes protagonistas de esta serie, sean personajes mencionados también en la novela de Stevenson: el capitán Flint, el capitán pirata que entierra el tesoro en la novela de Stevenson, Billy Bones, el contramaestre del capitán Flint, y Long John Silver, marinero de la tripulación del capitán Flint, que irá poco a poco ascendiendo en importancia. Sobre este último personaje, algunas acciones que realiza son muy paralelas entre la serie y la novela, aunque en tiempos diferentes y con resultados diferentes.
El resto de personajes de la serie no se mencionan (que yo sepa) en la novela. Pero también son los responsables de aportar ese toque de originalidad que tiene esta serie, ya que estos personajes contribuyen a desarrollar unas tramas basadas en las luchas de poder, las relaciones de amor-odio y las ambiciones individuales. Además, la serie se desarrolla, en su mayor parte, en la ciudad de Nassau (actual capital de las islas Bahamas).
De hecho, si descontextualizásemos esta serie, podríamos estar viendo, en algunos momentos de la serie, como se narran diversos intentos de independencia de Nassau (y de las Bahamas por defecto) por parte de piratas y población civil, frente a Inglaterra y los gobernadores que este Imperio envía a Nassau, algo que, aunque no es un hecho verídico en el periodo histórico en el que se sitúa esta serie (principios del siglo XVIII), lo cierto es que le da un toque de modernidad que hace muy atractiva a esta serie.
Por lo tanto, no estamos ante una serie de piratas común, sino ante una serie que apuesta por modernidad, detallismo, buenos efectos especiales, y una trama original, lo que hace de esta serie, una serie recomendable al 100%.
Simón de Eiré