[TRANQUILIDAD: ESTE ARTÍCULO NO CONTIENE SPOILERS] Hoy toca hablar de otra de las grandes apuestas de la factoría Netflix: Marco Polo. Se trata de una serie basada en los diarios del explorador italiano Marco Polo, que viajó hasta el Imperio Mongol en época de Kublai Khan (nieto de Gengis Khan, el último de los grandes Khanes mongoles, y fundador de la dinastía Yuan con el título de Emperador de China).
La veracidad histórica para esta serie es bastante aceptable, si bien es verdad que hay muchas lagunas de información histórica sobre la vida de Marco Polo y lo que hizo durante su estancia en el Imperio Mongol, por lo que se nota que hay un poco de improvisación para algunas partes de la trama.
La trama comienza en la ciudad de Venecia, donde un joven Marco Polo (interpretado por el italiano Lorenzo Richelmy) ansía la vuelta de su padre, que es comerciante y comercia en el continente asiático, siguiendo sobre todo la famosa Ruta de la Seda. El joven Marco Polo, al regreso de su padre ansía viajar con él y con su tío paterno a comerciar en el continente asiático, y conocer el Imperio Mongol, liderado en ese momento por el Khan de Khanes Kublai Khan (nieto de Gengis Khan, papel interpretado en la serie por Benedict Wong).
Parece que todo marcha dentro de lo previsto desde Venecia hasta llegar a la corte de Kublai Khan, pero diversos acontecimientos hacen que los planes de la familia Polo tomen otra dirección y comienza una nueva etapa en la vida de Marco Polo, muy vinculado a la corte del Gran Khan, y que supondrá diversas aventuras, pero también muchos peligros.
Mientras tanto, el otro gran hilo argumental de esta serie, al menos en esta primera temporada, es la lucha entre el Imperio Mongol y la última ciudad que quedó bajo el control de la ya casi extinta dinastía china Song: Xiangyang, que resistió durante tres décadas diversos asedios mongoles, debido a su buena posición geoestratégica. Los miembros de ambas cortes y sus relaciones, tanto internas como externas, y el espionaje mutuo, juegan un papel tremendamente importante en este sentido.
Estamos ante una serie con historia, pero también con muchas intrigas, acción, y con unos personajes que evolucionan de manera magistral a medida que transcurre la trama. Hay una buena mezcla entre las interioridades del propio Marco Polo, de Kublai Khan, y de Jia Sidao (último canciller de la dinastía Song, y principal antagonista en la serie), junto con las relaciones entre los miembros de ambas cortes y los distintos acontecimientos bélicos.
Está anunciada una segunda temporada de esta serie, de la que se puede deducir que, tal y como acabó la primera temporada, tratará especialmente sobre la Guerra Civil mongola y el comienzo del fin del Imperio Mongol. Más difícil es saber que le va a ocurrir a nuestro protagonista, Marco Polo.
Estamos ante una buena serie, muy entretenida, con muchos elementos diferentes que configuran una trama muy interesante, y que hacen de ella mucho más que una simple serie histórica, ya que no es necesario que te guste la historia para que te pueda gustar serie. La acción y la intriga son los dos elementos que resumen la esencia de esta serie, que, desde luego, es 100% recomendable.
Simón de Eiré