Revista Cultura y Ocio

Visto en series: The Man in the High Castle (Temporada 1)

Publicado el 04 abril 2016 por Debarbasyboinas @DeBarbasYBoinas

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Hoy toca hablar de una de las primeras experiencias del gigante Amazon haciendo y desarrollando producciones en el sector audiovisual. Estamos hablando de la serie The Man in the High Castle.

Probablemente el título de esta serie te resulte familiar. Y estás en lo cierto, porque esta serie es una adaptación de la famosa novela homónima de Philip K. Dick (que en español se tradujo como “El hombre en el castillo”).

Estamos ante un tipo de relato que tiene varias denominaciones, aunque las que más he oído utilizar son la de historia ucrónica o historia contrafactual. Son aquellos relatos que responden a la pregunta: ¿Qué hubiese pasado si…?

En este caso, estamos ante una serie o una novela, a los que les presupone un carácter ficticio, pero también se podría aplicar este calificativo a un determinado tipo de ensayos hechos por algunos expertos en economía e historia, dentro de lo que se llama la Nueva Historia Económica (aunque existen otras denominaciones como Historia Cuantitativa, Historia Serial, Historia Econométrica, Economía Retrospectiva o Cliometría, entre otras), en donde algunos expertos en historia económica intentan responder a esa misma pregunta, pero mediante estudios detallados.

Fue una corriente de estudio muy importante especialmente en las décadas de los 60, 70, y 80, que innovó en la metodología del estudio de la historia económica (o del pasado de la economía, según el punto de vista que tengamos), y que tuvo también un protagonismo especial cuando en 1993 se le concede el Nobel de Economía a dos de los máximos exponentes de esta corriente: Robert Fogel y Douglass North. Hoy es una corriente en desuso.

Pero vayamos a la serie. La serie nos envía a una realidad paralela, situada en el año 1962. En esta realidad paralela, la II Guerra Mundial la ganó el bando del Eje, y conquistan lo que son los actuales Estados Unidos, repartiéndose el imperio japonés los estados del Pacífico y un poco más, y el imperio nazi casi todo el resto del territorio, a excepción de la denominada “zona neutral” (situada más o menos donde se sitúan las Montañas Rocosas), que sirve de barrera entre ambos territorios.

Como suele pasar cuando se conquista un territorio, la potencia que conquista dicho territorio, impone su cultura, sus costumbres, su ideología, etc. Durante toda la serie se enseña parte de como es la vida en estos territorios bajo dominación.

Esto se hace a través de varias historias paralelas, que se entrecruzan en algunos momentos, que representan diferentes puntos de vista y diferentes situaciones vitales que van evolucionando. Sus protagonistas son los encargados de que veamos esto.

Tenemos, por un lado, una “resistencia” y su entorno, encarnado en la figura de Juliana Crain y sus allegados, en el San Francisco bajo dominio japonés, aunque en un determinado momento, Juliana Crain viaja a la zona neutral, a pesar de la oposición de su novio, Frank Frink (que tiene que ocultar su origen judío a las autoridades japonesas, aunque éstas no traten mal de manera explícita a los judíos, a diferencia de lo que ocurría en el territorio dominado por los nazis).

Por otro lado, en la Nueva York dominada por los nazis, nos encontramos con Blake, agente doble al servicio del nazismo, que actúa bajo las órdenes de su superior, el Obergruppenführer John Smith, del que se puede apreciar, entre otras cosas, su entorno familiar (sería muy interesante analizar los roles que desempeñan cada uno de los miembros de la familia de John Smith, pero no quiero hacer spoiler), y el rol del propio John Smith dentro de la jerarquía militar en este territorio.

La tercera gran historia, es la que desempeña Nobusuke Tagomi, alto funcionario japonés en San Francisco. Tagomi conoce, aunque en secreto, a Rudolph Wegener, oficial nazi que viaja de incógnito a San Francisco bajo la identidad falsa de un hombre de negocios sueco llamada Victore Baynes. Wegener y Tagomi representarían el rol más pacifista. Ambos están preocupados por el futuro del contexto político del momento, ya que es posible que en no mucho tiempo pase de haber una guerra fría entre Alemania y Japón, a una guerra abierta con uso de armas nucleares.

Por en medio de todo esto, alguien denominado “El hombre en el castillo”, reparte misteriosamente unas cintas de video con contenido “subversivo” (según el punto de vista de las autoridades nazis y japonesas). En principio, parece que hay una ley no escrita en la que simplemente hay que repartir los videos y no verlos, aunque en algunos capítulos hacia el final se acabarán viendo.

Otras dos cosas que molan de esta serie: la ambientación, que parece muy real, a pesar de toda la ficción que es esta serie en sí misma, y el opening de la serie, tanto por la presentación, como por la banda sonora. La interpretación de la famosa canción Edelweiss por parte de la cantante sueca Jeannete Olson es impresionante si se ve en consonancia con la presentación. Ves un montón de símbolos nazis y del imperio japonés durante la presentación mientras suena esta interpretación de Edelweiss, y a mí personalmente parece que me pone un poco los pelos de punta.

En definitiva, estamos ante una gran serie, que no tiene actores ni actrices de gran renombre, aunque los que están lo hacen muy bien. Creo que, paradójicamente, esta serie es una de las maneras más fáciles de acercarse históricamente a lo que fueron, en lo básico, los imperios nazi y japonés, sobre todo en el plano cultural. Y, sobre todo, creo que esta serie es un ejercicio mental en sí misma, porque al final de cada capítulo hace reflexionar, no solamente sobre la trama que existe entre los personajes, sino también sobre los aspectos culturales e ideológicos que ambientan la serie. Una serie muy recomendable al 100%.

Simón de Eiré


Visto en series: The Man in the High Castle (Temporada 1)

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