Los hijos de las madres que tomaron una cantidad mayor de vitamina D en el embarazo son menos propensos a que se den problemas de lenguaje en el transcurso de su infancia que los hijos de aquellos cuyas madres tomaron menos en ese período.
Un estudio australiano en Pediatrics nos demuestra esta afirmación, por medio de una observación de los niveles de vitamina D en más de 700 mujeres a la mitad del embarazo, examinando posteriormente a sus hijos entre los 5 y los 10 años de esta primera observación. Observaron el desarrollo emocional, comportamiento y competencias del lenguaje, no sin antes dividir a las madres en cuatro grupos según el nivel de vitamina D tomado en el embarazo.
Descubrieron que en lo que sí diferían los niños era en los problemas en el lenguaje a los 10 años, un 18% en hijos de madres que tomaron menos vitamina D frente a un 8% de hijos de madres que tomaban más. El principal desencadenante de los problemas de lenguaje puede ser la deficiencia de vitamina D en la etapa prenatal.
Por eso mismo, se recomienda consumir la cantidad adecuada de vitamina D en el embarazo, y si es necesario los suplementos de vitamina D pueden ser una buena opción, ya que recordemos que estas no son las principales complicaciones que se pueden producir por poco consumo de vitamina D en el embarazo.
Algunos de los otros problemas que se pueden dar son asma, dificultades de crecimiento, huesos frágiles y algunos más, y así lo han demostrado varios estudios. Todo esto se puede combatir en parte con el consumo de vitamina D en el embarazo, algo bastante accesible y sencillo para cualquier mujer.