La llegada del otoño no sienta bien a todo el mundo, y es que acostumbrados a la energía que nos da el sol del verano; el otoño es una de las estaciones del año menos preferida por la población. Se dice que la llegada del otoño está marcada por el aumento de las depresiones, la llegada del mal tiempo y la sensación de cansancio o fatiga que sienten muchas personas a su llegada.
Si nos fijamos bien esta época nos trae, además del mal tiempo, el cambio de horario que afecta a muchas personas ya que los días se hacen cortos, anochece muy temprano y ello nos impide realizar tantas actividades al aire libre como veníamos haciendo en verano.
Esta es una de las razones, junto con el mal tiempo y su predisposición a resfriarnos por los cambios bruscos de temperatura, por las que necesitamos recargar nuestras energías para evitar todos estos síntomas típicos del otoño. ¿Y cómo podemos hacerlo?, la respuesta es sencilla: con una correcta alimentación y descanso, y con un apoyo de vitaminas.
¿Qué vitaminas nos hacen falta en Otoño?
Generalizando podemos decir que nos hace falta un combinado que incluya vitaminas del grupo B, vitamina C, vitamina A, vitamina E y vitamina K principalmente, aunque puede haber personas que presenten otros déficits.
Estas vitaminas nos permitirán fortalecer el sistema inmunológico ante la llegada del mal tiempo y el descenso de las temperaturas así como los cambios bruscos de temperatura que facilitan el ponernos enfermos.
Como hemos indicado anteriormente, éstas vitaminas por sí solas no nos van a mejorar, simplemente acompañándolas de una buena alimentación podemos recargar nuestros depósitos de vitaminas y, aunque todas ellas se pueden conseguir de forma natural a través de los alimentos, la toma de suplementos vitamínicos nos ayuda a mantener un nivel óptimo de cada una de ellas de forma sencilla.
Resfriados de otoño ¿Qué hacer para evitarlos?
Bien, esta pregunta es muy común y hemos de destacar que el otoño suele ser una estación marcada por los cambios bruscos de temperatura.
En muchos lugares hay gran diferencia de temperatura a lo largo del día, lo que motiva que nos abriguemos mucho y en ciertas horas de la mañana vayamos quitando capas cual cebolla. Esto no es que esté mal, el problema es que el exceso de abrigo motiva la sudoración y cuando quitamos el exceso de prendas y cambia de nuevo el tiempo nos enfriamos y ello es lo que motiva principalmente los resfriados de otoño.
Además la llegada de la gripe pone a prueba nuestras defensas por lo que es importante reforzar el sistema inmunitario para conseguir crear una barrera infranqueable ante los virus y bacterias que quieran irrumpir en nuestro organismo.
¿Qué vitaminas refuerzan el sistema inmune?
Pues una de las más efectivas es la vitamina A, que forma una barrera al nivel de la piel y las células mucosas que recubren las vías respiratorias e interviene en la recuperación de tejidos, huesos, dientes, uñas. También es una vitamina esencial para la recuperación del cabello y su correcto estado de salud. La vitamina A la encontramos en las zanahorias (crudas), perejil, tomates, albaricoques (secos), calabaza, pimiento rojo, espinacas o en los hígados de animales, etc.
Otra de las vitaminas imprescindibles para nuestro sistema inmune es la vitamina C. Esta vitamina mundialmente conocida, ya que era la culpable de que nos bebiéramos los zumos de naranja rápido y casi casi sin respirar para que no se fueran las vitaminas (hecho que se ha demostrado totalmente falso), es una vitamina que siempre ha estado relacionada con los resfriados y las gripes (y aunque no hay estudios científicos que concluyan que consigan evitarlas, sí interviene en el sistema inmune).
La función principal de la vitamina C es la de aumentar la absorción del hierro. Os recordamos que un déficit de hierro se relaciona con la fatiga o cansancio crónico, dolores de cabeza, y anemia. Si quieres más información sobre la anemia y sus tipos puedes informarte aquí.
En otoño es muy común sufrir este tipo de síntomas por lo que consideramos de vital importancia mantener en niveles óptimos dicha vitamina y ¿cómo podemos hacerlo?. Consumiendo alimentos como el brócoli, la coliflor, pimientos amarillos, mandarinas, naranjas y todo tipo de cítricos; pero el alimento más rico en vitamina C es el camu-camu. Un alimento del que te puedes informar pinchando en el enlace.
El cabello es otro de los temas que más nos preocupan del otoño, se nos cae el cabello cual árboles pierden sus hojas; y aunque nos digan que es normal, este hecho asusta. Para tener un cabello sano es imprescindible cuidar los niveles de vitaminas dado que éstas son sus nutrientes principales. Si quieres saber más sobre cómo evitar la caída del cabello puedes consultar este post.
¿Qué vitamina nos ayuda en el caso de la pérdida de cabello?
Pues hemos de decir que intervienen muchas pero una de las más importantes es la vitamina B3, dicha vitamina ayuda a aumentar la circulación de la sangre irrigando el cuero cabelludo aumentando así y acelerando el crecimiento capilar. Además de servir para el pelo, la vitamina B3 nos ayuda en el sistema digestivo porque contribuye a la asimilación correcta de hidratos de carbono y proteínas. Además es una vitamina esencial para el sistema nervioso y ayuda a reparar la piel de la excesiva exposición solar a la que nos exponemos en verano.
¿Dónde podemos encontrar la vitamina B3? Pues principalmente en las legumbres y cereales enteros, en carnes de pollo y conejo, también en el atún y en menor cantidad en el cerdo y el cordero.
Siguiendo con una vitamina del mismo grupo y relacionada con el sistema inmunitario, encontramos la vitamina B6 que colabora de forma indirecta con la formación de anticuerpos y en la síntesis de las proteínas, hidratos de carbono y grasas es por ello que lo consideramos esencial para nuestro organismo. Además está relacionado con el aumento de los niveles de serotonina en la sangre porque ayuda a la síntesis de este neurotransmisor que estudios relacionan con la ansiedad o la depresión.
Como veníamos diciendo al principio de este post, el otoño es una de las estaciones marcadas por el aumento de las depresiones y es que puede ser que tras el verano lleno de energía en el que muchas personas disfrutan de sus vacaciones tengamos una bajada de la serotonina y por ello se den casos de depresión y ansiedad.
Encontramos vitamina B6 en la ternera, pollo y cerdo así como en el salmón, atún o el mero; sin olvidarnos de su presencia en los frutos secos.
Siguiendo por otra vitamina del mismo grupo y muy relacionada con síntomas que se producen mucho en el otoño, nos encontramos la vitamina B7, ésta vitamina ayuda a la digestión de los alimentos para poder obtener glucosa, es decir nuestra energía necesaria para el organismo y el desarrollo de sus funciones. Si tenemos un déficit de vitamina B7 notaremos síntomas de cansancio, fatiga, estados de decaimiento, unos síntomas muy relacionados con el otoño.
Podemos encontrar vitamina B7 en el hígado, la yema del huevo, frutos secos y cereales enteros, así como en la levadura.
Debemos destacar que mantiene la piel y el pelo sano y ayuda en el correcto funcionamiento del metabolismo.
¿Otoño y dolor de huesos?
Hay personas que padecen enfermedades óseas y refieren que con la llegada del otoño se acentúan más sus síntomas, personas que achacan al cambio de tiempo el dolor de huesos y cicatrices.
Cada vez son más los estudios que afirman que en esta estación se acentúan los problemas óseos pero no se debe ni al frío ni a la humedad, la razón es el cambio de la presión atmosférica. La vitamina K está relacionada por su interacción con el calcio. Podemos encontrarla en verduras de hoja verde, crucíferas (brócoli, coles de bruselas), espárragos, patatas, tomates y también presente en los lácteos (K2)
Por último, y relacionada con la recuperación de la piel tras el verano encontramos la vitamina E, que tiene propiedades antioxidantes y nos protege del envejecimiento celular prematuro ejercido por la liberación de los radicales libres, la vitamina E ayuda a la protección de las membranas celulares. Además está relacionada con el sistema nervioso, el sistema inmune y el cardiovascular, por lo que es esencial para el correcto funcionamiento de nuestro organismo y la realización de sus funciones.
Podemos encontrar vitamina E en aceites vegetales, frutos secos (pipas de calabaza y pistachos), también en los guisantes o el maíz dulce.
¿Cuántas vitaminas debo tomar?
Vamos a ver, esta pregunta conviene explicarla bien. El consumo de complejos vitamínicos no debe nunca sustituir una buena alimentación, y las dosis son orientativas para mantener los niveles pertinentes junto con una alimentación saludable. Debemos hacer caso a las recomendaciones del fabricante y tener en cuenta las necesidades según nuestro rango de edad, sexo, etc; ya que no necesita las mismas cantidades una mujer joven que un anciano, o un niño.
Recomendaciones sobre las vitaminas en otoño
Es muy importante llevar a cabo una alimentación saludable rica en los alimentos que os hemos recomendado, además es muy importante llevar a cabo hábitos de vida saludable como la práctica de ejercicio y un correcto descanso.
Si tus síntomas son cansancio y fatiga en esta época te recomendamos que acudas al médico para ver si tienes algún déficit en vitaminas, y por otro lado puedes buscar un complejo vitamínico que se adapte a tus necesidades.
Deberás combinarlo con una buena alimentación y un estilo de vida saludable para poder notar los efectos sobre tu organismo. Recuerda que los complejos vitamínicos no sustituyen a una dieta equilibrada y que pueden ayudarte a sentirte mejor si los utilizas correctamente.