Al ser una comarca tan grande, es muy variada, con diferencias geográficas, climáticas, y demográficas entre los distintos pueblos, los de Los Arribes son los más grandes y los de La Ramajería los más pequeños y están casi abandonados. Esta comarca posee una de las densidades de población más bajas de la provincia, unido al problema del envejecimiento. Ha ido perdiendo población debido a las migraciones a otras zonas de España desde mediados del siglo pasado por cuestiones económicas.
Los paisajes y el entorno de toda la comarca de Vitigudino son de gran belleza, cuentan con grandes rutas de senderismo en todo el territorio, un extenso paisaje de robles y encinas típico de la dehesa salmantina y el Parque Natural los Arribes del Duero. Por aquí discurren varios ríos y regatos (Águeda, Duero, Huebra, Yeltes y afluentes como El Camaces), con característicos puentes y molinos, cascadas y laderas escarpadas, cañones, etc.
Toda la comarca posee un valioso patrimonio histórico y etnográfico en iglesias, ermitas, antiguos monasterios, conventos, cruceros de piedra, fortificaciones, murallas, castillos, torres, palacios y casas señoriales, con gran atracción turística. En el Abadengo encontramos pinturas rupestres, dólmenes, castros vetones y verracos, calzadas romanas o estelas funerarias.
Es Vitigudino el centro neurálgico o capital de la comarca, por su importancia comercial, influencia y su situación geográfica. Tiene su propio patrimonio arquitectónico, como la Iglesia Parroquial de San Nicolás de Bari, la Ermita del Socorro o el Convento de Santo Toribio del siglo XV. Sin embargo, es la Plaza Mayor donde se concentra todo el bullicio de la localidad que cuenta con numerosos comercios y bares. Vitigudino representa la tradición del campo charro, el corazón y punto de encuentro de los habitantes de una comarca con una ganadería extensiva de las más importantes del país. Por algo sus fiestas y celebraciones giran en torno a los tradicionales encierros y corridas de toros. Comer en Vitigudino está ligado a la ternera morucha, el jamón de bellota, el lomo ibérico, los chuletones, solomillos, chorizos y salchichones, todos representativos de Vitigudino y su comarca, un motivo más para visitar el pueblo.
Esta amalgama entre naturaleza, cultura, gastronomía y tradición son el sello de identidad de una comarca de belleza sin igual.
CIEN ESTAMPAS DE MI TIERRA
Una idea de Paqui para Curiosón