Ha sido un arduo camino por diferentes motivos, pero por fin Scarlett y los fans de Natasha tienen su ansiada película, que por desgracia, no está a la altura de las circunstancias ni en acabados técnicos, con unos efectos especiales en los que el croma canta constantemente, ni por una historia donde lo realmente interesante, que son los orígenes de su protagonista, se liquidan de soslayo para simplemente contarnos una aventura menor que sirve como excusa para introducir nuevos personajes. Por suerte tres de las caras que nos presentan, y el divertido cuarteto que forman junto a Black Widow, sostienen un largometraje que brilla con más fuerza en los momentos que no se toma en serio a sí mismo y que pese a su inestable ritmo narrativo, al menos no se hace pesado.