Revista Economía

Viva el rey

Publicado el 30 julio 2014 por Torrens

En las tres notas sobre el tema Gowex tituladas NO SE QUIEREN ENTERAR, que publiqué entre el 8 y el 11 de Julio decía que con el tal escándalo se había demostrado sobradamente la inutilidad y nula eficacia de nuestra Administración Pública, y desde entonces muchos altos funcionarios del país están obsesionados en demostrar que tengo toda la razón, y que también la tengo cuando afirmo que encima están convencidos de que ellos no se equivocan jamás. 

Una tal Lourdes Centeno, vicepresidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores en una conferencia ante alumnos de la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo insistió en hacer afirmaciones que retratan más y más su profunda inutilidad. La señora soltó espectaculares burradas como las siguientes:

“El primer eslabón que hay que tocar para aclarar esa crisis es probablemente el de los auditores, cuyo papel es crucial para poder detectar este tipo de situaciones”. ¡No me diga!, ¡Si que sabe! y nosotros sin enterarnos. Lo que ocurre es que a los auditores se les ha de tocar siempre, no solo cuando el escándalo ya ha estallado, sobre todo cuando el auditor que certifica las cuentas de cualquier empresa del mercado ha sido incluso sancionado. Por cierto, el “probablemente” a media frase es un primor.

“Un engaño de la magnitud que ha tenido este se produce sean cuales sean los mecanismos de control y supervisión”. Sobre todo cuando los mecanismos están manejados por idiotas sin sentido de la responsabilidad, que no detectan irregularidades de los auditores ni que una mujer de la limpieza esté constituyendo empresas a porrillo, ni cualquier irregularidad aunque esté ocurriendo frente a sus narices.

“Fraudes y engaños se producen con independencia de que estuviera implantado el mejor sistema de control”. Sobre todo cuando el mejor sistema no está implantado porque nadie sabe lo que es, ni por donde se empieza a implantarlo, y además porque, caso de estar implantado, incluso entonces para pillar a los delincuentes la Administración Pública se ha de mover y trabajar, conceptos de los que también parecen desconocer su significado.

“La CNMV no supervisa directamente el Mercado Alternativo Bursátil, en el que cotizaba la compañía de Jenaro García. Existe una entidad rectora que es la que realiza esa tarea. Lo que hace la CNMV es supervisar a dicha entidad y sus mercados”. Que yo sepa el que un organismo que soporta una responsabilidad delegue su control en un tercero no lo exime de su responsabilidad. ¡Pero qué digo!, estoy hablando de responsabilidades en un tema relacionado con la Administración Pública, cuyos altos funcionarios no tienen ninguna nunca, nunca y nunca, hagan lo que hagan.

Pero la CNMV no son los únicos que se han dedicado a confirmar que estamos manejados por verdaderos desastres. Al acudir para testificar sobre el caso Bankia, muy altos funcionarios del Ministerio de Economía (el subsecretario Miguel Temboury) y del Banco de España (el director general del FROB Antonio Carrascosa) declararon que un informe del FMI de Abril de 2012 precipitó el rescate de Bankia y de la banca española. Según ellos en aquellas fechas tenían el problema controlado, pero el mencionado informe del FMI desbarató el plan y les obligó a tomar medidas urgentes que acabaron en el rescate bancario. Todo el mundo, pero todo el mundo, sabe que solo un mes antes del rescate el FROB inyectó 10.000 millones en BFA, matriz de Bankia, y que algo más de medio año antes del rescate, BFA salió a Bolsa con todas las autorizaciones, permisos y beneplácitos, declarando beneficios por una cifra que en realidad era diez veces superior, pero en perdidas; también sabe todo el mundo que el anuncio del hundimiento definitivo de Bankia y el rescate bancario se produjo durante una semana en la que cada día se hacía público un jirón de la catástrofe, en la mejor demostración que se ha hecho jamás de la peor manera posible de anunciar un desastre financiero, y ahora, dos años después resulta que ellos sabían muy bien lo que se hacían y que la culpa de todo la tuvo un informe del FMI que ni tan solo se refería al caso Bankia, sino a la banca española en general. Me pregunto si la ignominiosa demostración de irresponsabilidad de un Presidente del Gobierno que estaba en Ucrania viendo la final de la Eurocopa mientras se anunciaba el rescate bancario fue en realidad culpa del FMI y la FIFA. ¿Se puede ser más irresponsable, deshonesto, catastrófico e inútil?.

Pero hay un alto funcionario, recién nombrado, que para desespero y pánico de los altos funcionarios de toda la vida y en general la Administración Pública, de golpe y porrazo se ha puesto a hacer bien las cosas. Lástima que se trate del Rey, que representa mucho pero pinta poco, que cuando todavía no lleva dos meses en el cargo ya ha decidido implantar en la Casa Real las normas que deberían ser las corrientes de toda institución pública: lista clara y concreta de incompatibilidades durante y después de formar parte de la Casa Real, un código de conducta, control interno y auditoría externa, publicación anual de cuentas,  informe de auditoría y memoria de actividades, acceso público a las cuentas de la Casa del Rey con total transparencia, normativa relativa al destino de los regalos recibidos por la Corona, la mayoría al Patrimonio Nacional, y otras maravillas. En resumen, ha  puesto orden y seriedad en su parcela, muy probablemente el primer alto funcionario de este país que lo hace. Parece ser que es intención del Rey el que la Ley que desarrolle esta normativa esté vigente para fin de año. Eso va a ser si le dejan, porque seguro que ya existe más de un plan para acabar con este virus extremadamente dañino que el Rey quiere implantar en la Administración Pública, sobre todo si se compara el virus real con la Ley de Transparencia (aparente) que debe estar aprobada en las mismas fechas.

¡¡Increíble!!, por primera, y me temo que última vez en mi vida estoy de acuerdo con Alicia Sanchez Camacho. Yo también quiero que se investigue a fondo hasta la más mínima transacción de la familia Pujol, parientes y amigos en los últimos 30 años, y añadiría que si es el caso se condene con contundencia a quien sea a elevadas sanciones o a penas de cárcel. Y ya que estamos en ello, se podría seguir con Bárcenas, los sobres del PP, el caso Gurtell, los corruptos del PP en Valencia y Palma, los miembros de la Oligarquía que fueron denunciados por un banquero suizo y se les concedió la posibilidad de regularizar sus fraudes antes de sancionarlos, los ERE de Andalucía, el caso Palau, etc. etc. etc., muuuuuuchos etc. hasta acabar de una puñetera vez con la maldita corrupción de este país, caiga quien caiga. Repito, caiga quien caiga. Repito, caiga quien caiga. ¿Se han enterado o lo repito?. Caiga quien caiga.


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