La entrada de hoy del blog se debe a otra de 'mis cosas inexplicables'. Los paraguas me parecen un complemento básicamente incómodo, y en mi caso, atendiendo a la ley de Murphy, además poco práctico. Cuando cargo con él todo el día nunca llueve y cuando lo dejo en casa me cae la del pulpo. Pero a pesar de todo lo dicho me encantan, me requetechiflan (como diría la sobrina de mi amiga Na) los paraguas transparentes. Así será el próximo que me compre.