¡Vivan los videojuegos! E3

El siguiente post puede ser leído con sarcasmo, con tono de menosprecio o con orgullo.

La E3 está a la puerta y cualquier  “gamer” está a la expectativa de las noticias que éste evento de videojuegos nos ha de traer. El día de ayer hubo mucha actividad con las conferencias de prensa de algunas marcas y la polémica no se hizo esperar.

El día empezó con  un denominado “pre-show” de Konami, más tarde apareció Microsoft, Electronic Arts, Ubisoft y finalmente Sony con sus conferencias de prensa ante una audiencia expectante y millones de personas siguiendo las transmisiones de éstos acontecimientos.

No voy a dar una reseña de lo acontecido, ésta vez hablaré sobre el fenómeno gamer. Quizá conozcas (o no) las etiquetas más utilizadas para los “tipos” de gamers como noob, newbie, kiddie, lamer, cheater, hardcore o gosu, la pregunta es ¿Quién creo ésas etiquetas? ¿Fuimos nosotros los gamers?

Viendo las conferencias de prensa quizá notaste que las redes sociales eran una olla en donde se cocinaban a máximas temperaturas los comentarios sobre los videojuegos y consolas de ciertas marcas de pronto aparecían las ofensas entre gamers sobre ciertos videojuegos, sobre géneros de videojuegos, sobre consolas, aparecieron los auto proclamados Xbox fans y PlayStation fans, adueñándose de una lucha empresarial, como si cada uno de los gamers fuera un emisario, esbirro o verdugo que portaba la bandera de algún sistema de entretenimiento o de un videojuego y la pregunta es ¿Por qué convertir una inclinación de gustos en un campo de batalla virtual?

Tras siglos de existencia la humanidad hemos demostrado que somos una especie intolerante, que podemos luchar por nuestros ideales y morir por ellos y que otras razas son inferiores si no piensan como nosotros pensamos. Las empresas no dejan de lado ésta naturaleza humana y la siguen explotando hoy día,  la multimillonaria industria de los videojuegos no es la excepción ¿En qué momento el objetivo principal no fue crear entretenimiento sino crear fans de una consola? ¿Cuándo nos empezó a importar más el score de resultados locales y globales de un videojuego? ¿Quién inició la lucha a muerte entre RPG gamers y FPS gamers? ¿Quién nos dijo que defender una consola haría que ella aumentara su capacidad de entretenimiento?

La respuesta a todo esto son las técnicas que la industria multimillonaria ha creado, acompañados de la publicidad y la mercadotecnia se han creado estereotipos de jugadores, la experiencia de un videojuego ya no está solamente en la intimidad de tu hogar ahora está expuesta ante la red y la comunidad gamer, ahora no sólo terminas un juego, ahora alcanzas diferentes rangos, desbloqueas logros, tu nombre aparece en una lista gigantesca en donde indica que eres el jugador número 1,232,348, tu nickname y avatar son reconocidos y buscas que tu identidad virtual gamer sea reconocida por los demás porque después de todo el ego es parte de nuestra naturaleza, nos gusta que nos alaben y para ser alabados debemos “crear” diferencias en nuestras aptitudes a la hora de sostener un mando o presionar las teclas de una PC.

El gamer no nace ni se hace, una industria multimillonaria nos hace, nos estudian y  nos brindan un producto en el cual podemos  quitarnos las limitaciones de la física y la realidad, podemos dar un salto de 4 metros, hacer parkour sin tener condición física, podemos sostener un rifle de asalto y recorrer un campo de guerra como todo un experto, somos poseedores de espadas con poderes demoniacos que aniquilan hordas de enemigos, podemos ver las cosas en cámara lenta y mostrar nuestra destreza de pensamiento, creamos técnicas infalibles para derrocar un castillo, somos los mejores pilotos entrenados en cuatro ruedas y ni mencionar que cualquiera de nosotros es capaz de pilotear un caza, rescatar a mil princesas,  viajar al infierno y salir vivo de él, crear una fortuna de rupias, correr cientos de kilómetros y mantener la misma intensidad, viajar a través de las tuberías, ser el mejor peleador de las calles capaz de lanzar un hadouken en un momento crítico y finalmente resucitar de la muerte, regresar desde un check point y corregir lo que hicimos mal en nuestra vida pasada.

Esto es la realidad que vivimos, tenemos todo lo que queremos en uno o varios productos ¿Y por qué no habríamos de defender aquello que nos regala tanta satisfacción? Sin duda son las grandes empresas las que salen ganando al crear hábitos de consumo en nosotros, el gamer que diga que no es víctima de mercadotecnia que tire la primera piedra ¿A caso no recuerdan el trailer de una nueva saga o el gameplay revelado del próximo juego de X empresa? ¿A caso sólo fuiste a comprar un videojuego sin conocer nada previamente de él? La mercadotecnia de los videojuegos ha hecho bien su trabajo, nos han cautivado con temas espectaculares y mejor aún, personalizado, es decir para cada mercado lanza un anzuelo y al tener productos personalizados, “encontramos” nuestra identidad y tratamos de defenderla, predicarla y seguir consumiendo.

El gamer seguirá existiendo y seguiremos consumiendo porque finalmente los videojuegos son nuestra pasión,  seguiremos defendiendo a una consola porque nos han cautivado como fans, seguiremos etiquetando y criticando a los noobs porque nosotros ya gastamos mucho más dinero que ellos y poseemos muchas más horas de tiempo “invertidas” en estar sentados frente al ordenador o TV, estamos tan ocupados aumentando nuestra precisión, fortaleciendo nuestros pulgares, aumentando nuestros reflejos que podemos olvidar que sólo son videojuegos (¡BLASFEMIA!), son más que videojuegos, son nuestra vida.

¡Vivan los videojuegos!

Y con ésta reflexión con la que alabo nuestro poder de consumo sigamos disfrutando de la E3.