Es muy importante vivir el presente plenamente, y el común denominador pareciera que no lo hacemos de esa manera. Por lo general, el ser humano define su propio espacio temporal con los cuales se identifica.
Esto quiere decir que estamos físicamente en el presente, pero, mental y emocionalmente ¿dónde?
Dependiendo de las respuestas que cada uno demos a esas interrogantes, podemos estar hablando de un desperdicio irracional de energía, cuando la necesitamos aquí y ahora para vivir nuestra vida plenamente.
Es decir, que debemos empezar a ocuparnos del momento presente y vivir conscientemente cada instante de nuestra existencia. “A partir de ese momento las respuestas, la fortaleza, las acciones, los recursos, etc. estarán allí en el momento justo en que los necesitemos, no antes ni después, pero en el instante preciso en que formen parte de nuestro presente”.
Un punto de partida para vivir plenamente el presente es reconocer dónde estamos, y para ello debemos observar nuestros pensamientos y sentimientos en este y todo momento.
Una vez identificado ese primer paso, podemos hablar de soltar el pasado. ¿Por qué la importancia de esto? Simplemente porque hay vidas que transcurren en un devenir malsano, en el que por lo general tienden a desarrollar y arrastrar sentimientos de culpa por el pasado (cosas que ‘hubieran’ hecho, o dejado de hacer). Asimismo, desarrollan sentimientos de miedo, angustia y ansiedad por el futuro (inseguridad y se predisponen negativamente a todo lo que les depara el porvenir).
Entonces, ¿qué hacer?, he aquí algunas conclusiones:
1. Observar los procesos mentales e identificar qué nos hace sentir: culpables, orgullo, resentimiento, angustia, rabia, odio, arrepentimiento, frustración o auto compasión.
2. El pasado no es necesario. Podemos referirnos a él sólo si es absolutamente relevante al momento presente.
3. Esforzarnos cada día por sentir el maravilloso poder del momento presente, descubrir el disfrute por el hoy.
4. Entender que las creaciones mentales encabezadas por un “sí hubiera…”, tales acepciones No Existen. Es una añoranza de un pasado distinto que no sucedió.
5. Discernir que no es posible PRE-Ocuparse, es decir no nos podemos ocupar de algo que no ha sucedido.
6. Reconocer que la prosperidad es el agradecimiento por el momento presente, y por la plenitud de la vida.
7. Evitar esperar, la vida puede ser nuestra en este preciso instante. Así no rechazamos lo que somos y lo que hemos creado.
8. Préstele atención al presente, tome consciencia de sus pensamientos, sentimientos, palabras, y acciones, de sus reacciones, de sus humores y sus deseos a medida que ocurren en el presente.
9. Concentrarse en el poder del ahora, aquel que nos permite obrar, crear y hacer realidad nuestros sueños, y que sólo se encuentra en el presente.
Por todas estas consideraciones, padecer por el pasado o preocuparnos demasiado por el futuro, nos resta un tiempo precioso del día de hoy.
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