La felicidad es innata de nuestro ser. Grandes maestros de luz y sabiduría han logrado hallar ese estado y esta claridad dentro de sí mismos. En dimensiones más altas que las que habitamos, la búsqueda de felicidad cesa, porque allí hay una gran compenetración con el Espíritu, y se fluye desde el corazón; allí somos eternos y nuestra felicidad se basa en el gozo, en el propósito de manifestar y co crear de acuerdo con la voluntad divina.
En esos niveles, la forma de comunicarnos y participar de este gozo no es experimental sino algo que se vive, podemos compartir nuestras esencias almáticas y espirituales con otros seres, recreando nuevos mundos y nuevas esferas de consciencia para complementarnos.
Este es el destino de la humanidad que se está abriendo camino en esta Nueva Era. Tú eres el maestro de tu propia vida; esto es posible para ti Aquí y Ahora, solo necesitas dejar de retroalimentar paradigmas negativos que has construido con ideas y creencias.
La Gracia de la Divinidad nos está despertando, nos está abriendo los ojos para comprender lo que hemos hecho y la manera como hemos sido manipulados por la consciencia colectiva. Debes ser una persona crítica; cuestiona tus propias creencias, conecta con la pureza de tu corazón, que es innata en todos nosotros, permite a tu integridad fluir, y desde allí siente y actúa. Conecta con la Gracia que se te ha dado para este renacer, no dudes ni por un instante de que está en ti. Ábrete a esa posibilidad.
La felicidad es innata a ti y sólo debes dejar de buscar afuera lo que solamente llevas dentro de ti; es difícil separar la idea del gozo perenne con la del placer de la inmediatez donde se une lo material con lo emocional para desdibujar y enmascarar la verdadera felicidad. Empieza a percibir de forma diferente ese mundo ideal que te dibujaron, vive con el corazón real que alberga la Divinidad en ti.
Hasta la próxima publicación…
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