Revista Infancia
Quedan pocas semanas para que culmine el 2016 y comencemos un nuevo año. Este año ha sido de bendiciones para mi vida y para mi familia. Aunque los tropiezos no faltaron, gracias al todopoderoso estamos en pie. Tengo la bendición de tener salud y el amor de mi familia y amigos. Estar lejos de mi país me ha dado duro este año. Los primeros años viviendo en los Estados Unidos han sido maravillosos, pero la nostalgia me ha hecho derramar mucha lágrima con tan solo recordar mis 33 años en la isla. No es fácil dejar tu país y comenzar de nuevo en un lugar donde nadie te conoce. Ya no soy la hija de Tilbo del Barrio Sumidero de Aguas Buenas, ahora soy la Boricua que parece gringa que se le traba la lengua al hablar y come cosas raras envueltas en hojas de plátano.
Este año viví experiencias maravillosas. Conocí nuevas personas, viajamos a la Isla y otros destinos y tuve la bendición de poder ayudar al prójimo que es una de mis mayores pasiones. Poder reunir una madre con sus hijas luego de que se separaran cuando su madre salió de Puerto Rico y las dejó allá mientras echaba pa’ lante. Servir de enlace para que varias familias Puertorriqueñas pudieran solicitar ayuda para vivienda a bajo costo. Hacer resumes gratuitos para varios compatriotas que se lanzaron a la aventura de venir a este país a buscarse el peso. Brindarle consejos a los recién llegados y asesorías a los que quieren venir porque en la Isla no les va bien… La oportunidad de asistir a la conferencia de LATISM en la ciudad de Orlando es otra de mis bendiciones. Conectar con tantas personas maravillosas fue una experiencia enriquecedora.Haciendo un análisis de las cosas que quiero lograr en el nuevo año, la lista de proyectos es larga y solo pido salud para poder realizar cada uno de ellos. Una de mis metas para este año es viajar más y atesorar momentos en familia que los llevare conmigo siempre a donde quiera que vaya. Aunque queremos conocer y explorar muchos destinos, el destino principal será Puerto Rico. Deseamos que nuestra hija conozca sus raíces y comparta en familia como solo en Puerto Rico lo sabemos hacer.
Y tú, ¿Qué esperas de este nuevo año?