Hoy visitamos una vivienda de estilo escandinavo que data del año 1958, cuyos propietarios adquirieron para ser reformada. Su dueña es una enamorada de los objetos antiguos y le gustaba la idea de rescatar pequeños accesorios de su niñez para ser introducidos en la decoración de su nuevo hogar; las cajas de madera de la pared, sillas, mueble con pequeños cajones, etc… Estos accesorios más antiguo, conviven con otros adquiridos actualmente de aspecto más moderno. Hay un elemento que me ha parecido fascinante; la rama del dormitorio infantil, colocada como si se tratase de un árbol creciendo en la habitación. En definitiva; una luminosa vivienda, con carácter, personalidad y una sencillez exquisita, en la que conviven en armonía piezas de antes con otras actuales.