El anuncio, por parte de CFK, de una línea de créditos para la construcción de viviendas no sólo está jugando el rol de cortina de humo para sacar de los titulares la situación de “defol” de la Argentina, sino que, además, ha dejado en “orsai” a los gobernadores de las provincias. Tal es el caso del cordobés De La Sota, que ante el anuncio salió a las apuradas a respaldar el plan y a pedir que le paguen la deuda con la Caja de Jubilaciones. Pero el gobernador de Córdoba se cuidó bien de ocultar que el anuncio de Cristina es el certificado de defunción de más de 16.000 viviendas de los Programas Federales de Construcción de Viviendas I y II, que han quedado sin ejecutarse en Córdoba.
El silencio de De La Sota en este punto tiene que ver con la co-responsabilidad que le cabe al Gobierno provincial en la no ejecución de estos programas. Tanto De la Sota como su antecesor, Schiaretti, se han pasado seis años despotricando por la falta de cumplimiento por parte del Gobierno nacional en el envío de fondos; pero el “cordobesismo” del Gobierno provincial sólo sirvió para pagar, únicamente en 2011, $ 360 millones de intereses de la deuda pública y para financiar obras en beneficio de la patria contratista. Pero para vivienda no han puesto un mango.
De estafa en estafa
Si el nuevo programa de Cristina sirve para ocultar el rosario de programas de viviendas incumplidos y lanzados ante cada crisis política que oscurecía el horizonte K, en Córdoba también se desenvuelven estafas con acento docteño. De La Sota, en la campaña para gobernador de 2011, prometió un plan de 20.000 viviendas -en realidad, créditos a tasas usurarias por medio de los bancos, lo que lo convirtió en un adelantado al reciente anuncio K-. Transcurridos 180 días de Gobierno, el programa Tu Hogar -que se gestiona mediante el Banco de Córdoba- ha pre-aprobado… ¡42 carpetas!; y recién en julio se entregarían los primeros 12 préstamos. A este paso, los 20.000 créditos terminarán de ver la luz dentro de unos cuantos miles de años. La cosa tiene que ver con que se exigen requisitos casi incumplibles para abrir la carpeta de crédito para la mayoría de las familias sin techo, como así también el carácter confiscatorio de las cuotas.
Una salida a la crisis habitacional
La cosa así planteada pone al desnudo que, en materia de vivienda, tanto el Gobierno nacional como el provincial van de estafa en estafa, tapando una con otras; y las ilusiones de más de 300.000 familias sin techo de Córdoba se van a los caños. Desde el Partido Obrero y el Frente de Izquierda vamos a responder a esta nueva estafa a las necesidades populares con un programa y con la movilización para reclamar el cumplimiento de todos los planes no cumplidos, muchos de los cuales se encuentran, incluso, licitados y sorteados los beneficiarios. Además, impulsaremos en la Legislatura cordobesa la ley de vivienda, que asegure una casa a cada familia sin techo, con planes cuyas cuotas no superen el 10% del ingreso familiar -el 40% anunciado por el programa de Cristina es confiscatorio-. Además, que declare de utilidad pública todo el suelo urbano disponible y que obtenga los fondos para los programas habitacionales de las utilidades del Banco de Córdoba y de un impuesto extraordinario a la especulación inmobiliaria y no de los bolsillos de los jubilados y de los ahorros de los trabajadores. También vamos a impulsar que esta ley regularice y titularice las tierras de todas las ocupaciones que se han llevado adelante.
La banca del Frente de Izquierda estará al servicio de la lucha de todas las familias sin techo, de todas las organizaciones sociales y cooperativas de viviendas que llevan años luchando por un techo. A la estafa permanente respondemos con una salida real a la crisis habitacional.
Manuel D’Alessandro