Queridos Rarunos, vamos a empezar con los post dedicados al Expocómic que este año vamos a dividir en varias entradas, dados los distintos temas que queremos tratar.
Hemos decidido llamar a esta serie de post Viviendo en Expocómic, ya que desde el viernes hasta el domingo hemos pasado muchas horas, tanto dentro como fuera del Pabellón.
El fin de semana ha sido intenso, y en muchas de nuestras casas nuestras familias saben que desaparecemos el viernes y hasta el domingo no saben nada de nosotros. Lo que viene siendo un "Cariño me voy a por tabaco",en este caso a por Cómics.
El viernes llegamos al Expocómic antes de que abrieran para hacer religiosamente la cola y poder hacernos con los números para conseguir las preciadas firmas. Saludamos a todos los amigos que vemos año tras año, esperando a la intemperie con la ilusión de llevarse a casa un recuerdo de sus dibujantes favoritos.
Al ir como medio acreditado tuvimos que esperar para recoger nuestras acreditaciones cuando abrieron las taquillas,que como en años anteriores es justo cuando van a abrir las puertas del recinto. Creo que desde aquí ya lo comentamos el año pasado. Y si no lo hicimos es algo que parece obvio: NO se pueden abrir las taquillas y el evento al mismo tiempo, ya que generas colas innecesarias y algún que otro posible altercado. Imagináos lo ridículo que puede ser esto si lo extrapolamos al fútbol o al cine: no vendemos las entradas hasta que no abrimos las puertas...
Por otro lado, está el tema de la señalización y las informaciones previas. Mucha gente no sabia ni llegar al evento.... Y nadie nos informó de que el parking público que otros años costaba cinco eurazos, este año era completamente gratis. Ya desde el primer momento, nos aparecen los fantasmas de ediciones pasadas.
Señores organizadores del evento, nos acabamos de enterar de que por fin oyeron nuestra suplicas y se mudan a IFEMA pero tienen que cuidar muchas cosas para que no sea la puntilla que acabe matando este evento que muchos amamos como si fuera nuestro. Prueba de ello es que algunos duermen a la intemperie en Diciembre para ser el número uno de su dibujante favorito.
Y es que consideramos que ya es hora de que el ayuntamiento y la comunidad se impliquen de una manera más activa en este proyecto cultural que atrae a mucha gente, y con el que muchos llevamos disfrutando desde que éramos pequeños. Porque recordemos que el cómic no es una cosa de "FRIKIS" a los que les gustan los superhéroes. Aquí ya se hacía cómic de calidad antes de la democracia. Y en Francia y Bélgica hay una pasión desmesurada, e incluso existe una carrera universitaria dedicada a la materia.
El cómic es CULTURA y se debe tratar como tal, pero también es un negocio que genera miles de millones de Euros y aquí nadie quiere invertir.
Desde nuestra humilde opinión, hay que intentar atraer también al capital privado. Ver un stand patrocinando la película de Deadpool nos pareció una idea genial, ya que no podemos olvidar que gracias al cine y a las series de televisión mucha gente, que desconocía el mundo del cómic, se ha enganchado a este mundo tan maravilloso. Y no es una innovación que sólo ha ocurrido en Madrid, en las Comic Con americanas e incluso en el Salón del Cómic de Barcelona ya se ha hecho con anterioridad y creemos que da más visibilidad al mundo del cómic.
No desaprovechemos la oportunidad que se nos presenta de poder crear en Madrid un evento que sea referente en España que haga que gente de todo el país y, por qué no, de Europa quieran venir a Expocómic. Atrayendo de nuevo a las grandes editoriales españolas e invitando a dibujantes, guionistas e incluso actores de las grandes producciones, que beben del noveno arte.
Pero claro, todo esto tiene que partir de la inversión, de las ganas y del riesgo y de no caer en los viejos errores de todos los años anteriores. Si queremos que el barco llegue a buen puerto sabemos que todos debemos remar a la vez, o al final el barco se hundirá.
Este Expocómic que alcanzaba la mayoría de edad este año, ha tenido errores de bulto, pero no es que nosotros seamos unos haters y sólo veamos lo malo.
Para empezar creemos que un evento de estas características debe promocionarse como dios manda. Gente que son asiduos visitantes del Expocómic no se han enterado hasta última hora, y sabemos que siempre suele ser por estas fechas... Pero entre los despistados y la gente que nunca ha ido pero que podrían venir y seguro que les gusta, necesitan dicha promoción.
Una megafonía que informe a los visitantes de lo que está ocurriendo en el evento. Expocómic siempre ha tenido charlas, concursos y otras cosas que dan valor al evento, pero si la gente no se entera, al final parece que no valen para nada. Además nos dio la sensación de que cada vez hay menos actividades.
En la parte de cosplay se anunció a bombo y platillo la presencia de dos cosplayers internacionales, a las que en tres días no fuimos capaces de ver...
Pero también queremos hablar de las cosas buenas, porque también las ha habido.
Los autores que vinieron este año, nos dejaron encantados a todos. Tanto por su dedicación como por su simpatía. En este sentido hay que aplaudir a la organización, que ha traído a un montón de grandes dibujantes españoles y a unos autores internacionales que, quizás no hayan atraído a mucha gente, pero nos han dejado un gran sabor de boca. Reseñar que, además de dibujantes, siempre es bueno traer también a grandes guionistas como Azarello.
Otro de los aspectos a mejorar son los horarios. No se puede tener a los artistas invitados esperando un buen rato a que se monten las mesas para las firmas. Una de las señas de identidad de un evento es la imagen. Si parece que reina el caos, ni invitados ni publico querrán venir otros años. Y si lo que se quiere es crecer este es uno de los puntos a tener en cuenta.
Algo que quizás para el resto de público pasó desapercibido, pero de lo que nosotros sí nos dimos cuenta, es que había una persona de la organización, que iba por los puestos comerciales para informarse de posibles necesidades o problemas que pudieran tener. No sabemos si otros años ha sido así, ni si al final se resolvían dichos problemas en el caso de producirse, pero al menos existe esa preocupación por parte de la organización.
A las asociaciones culturales les tocó luchar en desigualdad de condiciones con las editoriales de los juegos, que tuvieron mayor espacio para presentar los mismos productos, y además se encontraban físicamente unas frente a las otras. Pensemos que dichas asociaciones llevan viniendo a Expocómic muchos años y merecen su atención aunque no paguen.
Y para terminar... la gran duda que no supimos resolver. A mí personalmente me pareció que La Isla estaba mucho mejor situada que el año anterior, pero hay quien opina que al quedar fuera de la zona comercial, la gente muestra menos interés por lo que allí se ofrece y, por tanto, es menos accesible para cierta clase de público. Creemos que en IFEMA no existirá ese problema... o sí, ya que de momento todo son incógnitas.
Saludos Rarunos... Próximo episodio Viviendo en Expocómic - Los autores.
Revista Cómics
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