Revista Opinión

Vivir con ansiedad

Publicado el 21 julio 2019 por Carlosgu82

Solo los que vivimos con ansiedad, podemos comprender lo que conlleva, si no sufres o no has sufrido ansiedad, difícilmente lo comprenderás.

La ansiedad, ataques de pánico, etc., unas veces es constante, otras más leve, y en ocasiones desaparece.

Pero siempre vivirá con nosotros. Tan solo debemos aprender a vivir con ella y controlar esos ataques de pánico.

Has de estudiar que tipo de ansiedad tienes, en que momento esta y en que momento desaparece o disminuye.

Aquí os cuento uno de los casos de sufrimiento con la ansiedad.

Comenzó hace 10 años, cuando Carla tenia 25 años, era un día normal, de repente comenzó a sentirse mal, pero no sabía explicar lo que le sucedía, el agobio de experimentar algo que su cuerpo, su cabeza, no comprendían, le hizo ponerse mas nerviosa, tanto que su respiración se aceleraba cada vez mas rápido. Pidió ayuda y fue al hospital mas cercano, le hicieron varias pruebas, y el diagnostico final fue crisis de ansiedad.

¿Y si se han confundido? ¿Por qué me sucede esto? Eran un millón de preguntas que ella misma no se podía responder, pues no lo entendía.

Es una difícil respuesta, que solo uno mismo puede llegar a ella, una respuesta positiva, pues no estamos locos, no estamos enfermos. Todos, absolutamente todos, sufrimos de ansiedad, pero no a todos nos ataca de la misma manera, algunas personas no tienen ni síntomas, o simplemente los tiene y no le da ninguna importancia, el problema empieza el día que tenemos el primer síntoma, según como lo interprete nuestra cabeza, según el momento en el que sucede, según las conversaciones que hemos tenido ese dia.

Aquí os cuento los síntomas que Carla sufría.

Los días posteriores a su primera crisis de ansiedad, Carla no quería salir, solo pensaba en lo que le había sucedido, en si le volvía a pasar, el miedo se apodero de ella. Algunos momentos eran fuertes dolores de cabeza, tan fuertes que ni el más fuerte analgésico conseguía calmar ese fuerte dolor. Otras veces eran mareos, de los que parecía que en cualquier momento se desmayaría. Otra veces era dolor de pecho, acompañado con taquicardia, sensación de que en cualquier momento le daría un infarto, otras veces un simple dolor en el brazo, la pierna, ingle, dedos, cualquier tipo de dolor, incluso sensación de piernas completamente dormida, con la sensación de no poder caminar. siempre pensaba que llegaba su fin, pero eso nunca sucedía, al final de una manera u otra terminaba, al quedarse dormida, al comenzar otro síntoma distinto, al acudir a un hospital. ese síntoma terminaba, pero jamas se encontraba bien, ya no era ella misma.

Los síntomas aunque sean provocados por tu cabeza, son muy fuertes, el dolor y la sensación es insoportable.

Acudió en varias ocasión a la consulta de su medico, según se lo explicaba a su medico, este le daba un diagnostico sin prueba algún, ¡Tienes ansiedad! esa era la misma respuesta día tras día.

Carla no lo creía así, estaba segura de que algo tenía, algo grave. Acudió a la consulta de casi todos los especialistas; Cardiólogo, Neurólogo, Traumatólogo, Alergólogo, Ginecólogo, le hicieron muchas pruebas, pero todas estaban bien. Carla sufría tanto que se había vuelto hipocondríaca, llego a pensar que tenía una rara enfermedad, una enfermedad única que tan solo ella sufría y ningún medico podía diagnosticar. Aunque en el fondo, en su subconsciente comenzó a darse cuenta que no podía ser, no podía existir ninguna enfermedad que abarcara tantos síntomas, que parecía que en cualquier momento perdería su vida, pero que eso nunca pasaba.

Tras largos meses de sufrimiento, decidió enfrentarse a su ansiedad, pues fue muy larga y mala, le sucedieron tantas cosas, paso por tantos malos momentos, que no podía seguir así ni un día más.

Su primer deber, era saber y estar segura de que nada grave le sucedería, sabia que sentiría ese dolor, esa angustia, pero también sabía que pasaría, que nada mas allá de esos síntomas le sucedería.

Lo primero que hizo Carla, fue comprar una agenda, en ella escribía cada día, lo escribía todo, los síntomas que tenia, que había comido, con quien había hablado, donde había salido, que película había visto…

Cada vez que tenía un síntoma, Carla revisaba su agenda, y podía comprobar que ya lo había sentido exactamente igual y que nada había pasado, aunque siempre pensaba que esta vez era peor, que era más fuerte el dolor.

También se dio cuenta que algunos de los síntomas coincidían con cosas que había hecho ese día, ya fuese el tipo de película que había visto, la comida de ese día, con quien había estado.

Si en la película que vio ese día, uno de los personajes sufría un infarto, ella sentía dolor en el pecho y en el brazo.

También cambio hábitos de su vida, comenzó andar todos los días, empezó con paseos cortos, a sitios que le relajaban, solía ir mucho a un parque cercano a su casa, era un parque tranquilo, con unos preciosos caminos que le rodeaban, sentía paz cada vez que acudía a su parque, algunas noches, se tumbaba sobre una toalla en el césped y contemplaba las estrellas.

Comenzó hacer trabajos manuales, pues le entretenían mucho y sobre todo tenían su cabeza entretenida y alejada de negativos pensamientos.

Momentos en los que se encontraba cansada, no tenia ganas de pasear ni hacer manualidades, veía películas o leía libros, pues es una buena técnica, siempre y cuando veas o leas una buena historia que te mantenga enganchada y fuera de todo tipo de pensamientos negativos.

Comenzó a tomar infusiones de plantas medicinales, Tila, Melisa, Lavanda, etc.

Cada uno de nosotros tenemos que encontrar la forma de relajarnos, de hacer desaparecer el dolor y sobre todo, mantener la mente ocupada en cosas positivas.

Poco a poco su ansiedad fue desapareciendo, Carla se encontraba bien, desapareció completamente, no sabia que es lo que le curo, si fueron sus métodos, o que simplemente desapareció.

Yo creo que fue una mezcla de todo, pero sobre todo, que ella misma logro entender que era ansiedad, que tan solo estaba en su cabeza, que debía cambiar sus hábitos negativos y luchar en contra de las dificultades que la vida nos presenta.

A lo largo de estos 10 años, Carla a sufrido en mas ocasiones de su ansiedad, pues como conté al principio la ansiedad esta siempre en nosotros, aparece en momentos difíciles de nuestra vida, en ocasiones incomodas, cuando no estamos conformes con nuestra vida, nuestro físico, nuestro trabajo, nuestra casa, etc. Cualquier motivo por pequeños que sea es suficiente para que nuestra ansiedad nos ataque, solo tenemos que aprender a ganarla.

Este artículo es un caso real. Recuerda acudir siempre a su medico antes de hacer su propio diagnostico.


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