Vivir con un propósito puede ayudar a prevenir la enfermedad de Alzheimer y otras demencias

Por Davidsaparicio @Psyciencia

El bienestar mental puede ayudar a proteger la salud del cerebro a medida que envejecemos. Un estudio reciente vincula fuertemente el tener un propósito y significado en la vida con el riesgo reducido de deterioro cognitivo leve y demencia (Bell et al., 2022). Así, las actividades significativas que involucran la mente, el cuerpo y el espíritu pueden ayudar a prevenir la enfermedad de Alzheimer y otras demencias.

Según el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento, las personas mayores de 65 años representarán el 16% de la población mundial para 2050, un aumento del 50% desde 2010. Se espera que la prevalencia mundial de la enfermedad de Alzheimer y otras demencias se triplique para 2050, de unos 57 millones a 152 millones (Nichols & Vos, 2020).

¿Por qué es importante?

Los adultos mayores con demencia enfrentan mayores riesgos de enfermedades mentales como la depresión. Las investigaciones muestran que un estilo de vida saludable, como mantener el cerebro activo, el ejercicio regular y una dieta equilibrada, reduce el riesgo de demencia (Dominguez et al., 2021). Otros estudios han demostrado un fuerte vínculo entre la psicología positiva y los resultados de salud física (Park et al., 2016), mientras que la investigación sobre el envejecimiento saludable muestra que el bienestar mental puede desempeñar un papel en la longevidad (Klusmann et al., 2019).

Qué metodología usaron

Bell y sus colegas examinaron datos de 62.250 personas en tres continentes con una edad promedio de 60 años, con el fin de comprender mejor cómo el bienestar mental se asocia con la función cognitiva y el riesgo de demencia.

Realizaron una revisión sistemática de 11 estudios donde observaron el vínculo entre los constructos psicológicos positivos (CPP) como vivir con un propósito y el riesgo de demencia y el deterioro cognitivo leve (DCL) en adultos mayores.

Qué encontraron

Tener un propósito y significado en la vida se asoció significativamente con un riesgo de demencia 19% menor. Esto fue estadísticamente más significativo que otros constructos positivos como el optimismo y la felicidad. Aún así, los hallazgos mixtos para diferentes CPP resaltan la necesidad de más investigación para explorar la relación causal entre los factores psicológicos positivos y la salud cognitiva.

Vivir con un propósito puede tener más impacto para reducir el riesgo de DCL que la felicidad debido a las diferencias entre bienestar eudemónico (por ejemplo, propósito o significado) y hedónico (por ejemplo , afecto positivo o placer), explicó la autora. Las personas con mayor bienestar eudemónico pueden tener más probabilidades de participar en otros comportamientos de protección, como el ejercicio y las interacciones sociales, señaló. Si bien un individuo puede obtener felicidad de estas conductas, la búsqueda orientada a objetivos para vivir de una manera que tenga un propósito o significativo puede actuar como motivación para vivir un estilo de vida más saludable.

Por otro lado, las actividades hedónicas que brindan felicidad a menudo son fugaces y satisfacen necesidades o impulsos. La búsqueda hedonista de la felicidad puede involucrar comportamientos sin sentido o poco saludables, incluidos los excesos. En cambio, las búsquedas eudemónicas satisfacen una determinada necesidad humana a través de un propósito o significado.

Los adultos mayores pueden encontrar significado en el fortalecimiento de las relaciones interpersonales, especialmente aquellos que han perdido a seres queridos o se han distanciado de otros miembros de la familia. Encontrar un propósito en tal fortalecimiento puede terminar promoviendo otros comportamientos de salud que protegen el cerebro y el cuerpo.

La ciencia de vivir con propósito

Si tener un propósito o significado en la vida conduce a una mejor salud mental, es posible que los factores biológicos y neurológicos desempeñen un papel. Un estudio encontró que la satisfacción con la vida aumenta con la edad debido a la mayor liberación de oxitocina (Zak et al., 2022). Según Bell, es posible que el propósito y el significado también estén asociados con biomarcadores clave relacionados con la demencia, como la neuroinflamación y la respuesta al estrés celular (Baierle et al., 2015).

Otros factores como el estilo de vida, como la actividad física y la conexión social, pueden ser útiles para prevenir el deterioro cognitivo (Poey et al., 2017). De hecho, un estilo de vida saludable se asocia con mayor esperanza de vida y menor riesgo de enfermedad de Alzheimer (Dhana et al., 2022). Además, controlar el colesterol y la glucosa en la edad adulta temprana puede reducir el riesgo de enfermedad de Alzheimer (Zhang et al., 2022).

Cuando las personas no están deprimidas se cuidan mejor en general, desde su salud física global hasta su bienestar mental, conexión social y actividades. Por eso, los autores recomiendan realizar actividades dirigidas a objetivos que son cognitivamente estimulantes y ayudan a mantenerse físicamente activo y comprometido. Así, sugieren:

  • Participar en trabajo voluntario: uno podría priorizar una buena noche de sueño y un desayuno nutritivo para hacerse responsable del trabajo que debe hacer. Además está socializando y conectándote con otras personas apasionadas por la misma causa.
  • Pasar más tiempo al aire libre (Jimenez et al., 2021).
  • Priorizar las relaciones significativas: el Estudio de Desarrollo de Adultos de Harvard, uno de los estudios más extensos sobre la vida adulta durante más de 80 años, encontró un fuerte vínculo entre la longevidad y las relaciones significativas. Fomentar nuestras relaciones con nuestra familia, amigos y comunidad también puede ayudar a protegernos contra la depresión y la enfermedad de Alzheimer. La determinación puede disminuir el dolor que proviene de la desconexión, la vergüenza y el aislamiento.

En conclusión, si bien aún no existe una cura para la enfermedad de Alzheimer, un estilo de vida más saludable que combine dieta, ejercicio y propósito puede ayudar a prevenir el deterioro cognitivo en adultos mayores. Participar en actividades que le dan propósito y significado también puede hacer que te inclines más a elegir otros comportamientos saludables. Es un poco inútil simplemente perseguir el placer.

Referencias bibliográficas:

  • Baierle, M., Nascimento, S. N., Moro, A. M., Brucker, N., Freitas, F., Gauer, B., Durgante, J., Bordignon, S., Zibetti, M., Trentini, C. M., Duarte, M. M. M. F., Grune, T., Breusing, N., & Garcia, S. C. (2015). Relationship between inflammation and oxidative stress and cognitive decline in the institutionalized elderly. Oxidative Medicine and Cellular Longevity, 2015, 804198. https://doi.org/10.1155/2015/804198
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  • Dominguez, L. J., Veronese, N., Vernuccio, L., Catanese, G., Inzerillo, F., Salemi, G., & Barbagallo, M. (2021). Nutrition, Physical Activity, and Other Lifestyle Factors in the Prevention of Cognitive Decline and Dementia. Nutrients, 13(11). https://doi.org/10.3390/nu13114080
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  • Park, N., Peterson, C., Szvarca, D., Vander Molen, R. J., Kim, E. S., & Collon, K. (2016). Positive Psychology and Physical Health. En American Journal of Lifestyle Medicine (Vol. 10, Número 3, pp. 200-206). https://doi.org/10.1177/1559827614550277
  • Poey, J. L., Burr, J. A., & Roberts, J. S. (2017). Social Connectedness, Perceived Isolation, and Dementia: Does the Social Environment Moderate the Relationship Between Genetic Risk and Cognitive Well-Being? The Gerontologist, 57(6), 1031-1040. https://doi.org/10.1093/geront/gnw154
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  • Zhang, X., Tong, T., Chang, A., Ang, T. F. A., Tao, Q., Auerbach, S., Devine, S., Qiu, W. Q., Mez, J., Massaro, J., Lunetta, K. L., Au, R., & Farrer, L. A. (2022). Midlife lipid and glucose levels are associated with Alzheimer’s disease. Alzheimer’s & Dementia: The Journal of the Alzheimer’s Association. https://doi.org/10.1002/alz.12641

Fuente: Psychcentral