De España a Alemania, la historia de Gloria
Hola, me llamo Gloria y soy periodista. Desde hace unos seis meses estoy viviendo en Alemania. Llegué aquí embarazada de tres meses y con una Pitufina (de ahí el nombre de mi blog: mi pitufina y yo) de casi dos años (sin olvidarnos del padre de las criaturas y la perra Esas circunstancias hicieron que me angustiara algo al pensar en emigrar (cuando PapáPitufo aceptó el trabajo no sabíamos que yo estaba embarazada) ya que mi nivel de alemán era un B1.1 oxidado. Pensar en encontrar ginecólogo, pediatra…en alemán se me hacía un mundo pero la decisión estaba tomada y no quedaba otra: tirar p´alante.experiencias de mamás que viven lejos
" data-orig-size="580,723" sizes="(max-width: 361px) 100vw, 361px" aperture="aperture" />Cómo me adapté a la nueva vida en Alemania
Lo primero que hice fue meterme en Fb y buscar el típico grupo de “Españoles en…” Por suerte, lo encontré y en seguida me recomendaron ginecóloga y matrona que hablaban español y pediatra con el que me podía comunicar en inglés. Desde España hice las primeras gestiones. Empecé a respirar. Un acierto fue venir aquí en verano. Eso, además hacer que no me deprimiese demasiado (sobre todo teniendo en cuenta que venimos del Mediterráneo) ayudó a mi integración en el país germano. Todos los días iba con Pitufina al parque y la mayoría de ellos alguna mamá me hablaba. Normalmente en alemán (con lo que la conversación acababa pronto pero también encontré una mamá con la que hablar en español-portugués y otra alemana que dominaba el español. Esa mamá, Nena, me ha ayudado mucho con información sobre guarderías, presentándome a amigas suyas…Ella, junto a una mamá española, Ana, que conocí en Fb, han hecho que mi integración sea más fácil. Aunque era reacia a quedar con españoles porque quería esforzarme con el alemán, he de reconocer que juntarme con Ana y su familia de vez en cuando me sienta genial. Y eso es una de las cosas que he aprendido con esta experiencia: a no cerrarse en banda ni hacerse ideas preconcebidas. Aún así, los primeros meses fueron duros. Principalmente por toda la burocracia que había que realizar (aún nos queda) y porque el padre de las criaturas trabajó bastantes semanas en otra ciudad, con lo que me pasaba los días sola con la peque, la barriga y la perra.¿España o Alemania?
Pues intento quedarme con lo mejor de cada país. De Alemania me gusta:- todo el verde que nos rodea :aunque es cierto que aquí tiro a faltar el mar encontrarte cada dos por tres con parques, caminar por parques que son casi bosques…da tranquilidad al espíritu.
- los parques infantiles : tanto por su cantidad como por su calidad. Están bien cuidados, adaptados a diferentes edades…Una maravilla si tienes peque).
- el hecho de vivir fuera (te permite hacerlo más a tu aire y eso evita discusiones de pareja y de familia. Además no has de poner excusas para no acudir a encuentros familiares que no te apetecen lo más mínimo.
- las pastelerías :¡Qué variedad de panes y pasteles caseros en cada esquina!. Una delicia que echaría de menos, sobre todo porque me gusta mucho el pan negro que en España no es muy frecuente encontrar.
- el alemán :el idioma alemán por raro que pueda parecer me gusta y eso que estoy en los inicios de su aprendizaje y que me frustro cuando no entiendo lo que me dicen pero cuando ves que progresas la satisfacción es enorme. Me daría pena perderlo.
- turismo :Nosotros vivimos muy cerca tanto de Holanda como de Bélgica y eso amplia las posibilidades de hacer turismo, con lo que la sensación de estar de vacaciones la tenemos frecuentemente.
- embarazo :Aunque al principio la idea de llevar el embarazo en Alemania me agobiaba, principalmente por el idioma, lo cierto es que ahora que ya llevo tres meses aquí son muchas las ventajas que le veo. Una es el hecho de poder elegir el hospital en el que quieres dar a luz (desde una casa de parto hasta hospitales que apuestan por los baños, la acupuntura….); otra es el contar con una matrona para que te ayude en casa una vez que tú y el recién nacido estéis en casa. Son dos cosas importantes con las que en España no hubiera contado.
- aprendizaje: Vivir fuera lleva consigo buscarte la vida. Has de espabilar. Tanto en el idioma como en hacer lo posible para adaptarse.Además, conocer otras costumbres, otra manera de trabajar, de disfrutar del ocio…todo suma y enriquece. Y por supuesto, gente que he conocido, como os he contado.
- la familia: Lo que peor me sabe es que mis padres y Pitufina (y en breve, Pitufín) no tengan un contacto frecuente. Mis abuelos fueron una parte fundamental de mi infancia y me da pena que Pitufina no los disfrute igual. Ni ellos a ella. Además, estar lejos de la familia también supone no tener ayuda extra. Que si quiero apuntarme a una academia de alemán no pueda hacerlo hasta que la peque vaya a la guardería o que si nos planteásemos irnos alguna vez a comer o cenar solos para volver a tener tiempo en pareja, hubiéramos de buscar a una niñera, algo que desluce la cita. No creo que disfrutase mucho pensando en que una extraña está con la peque.
- los amigos: con casi 40 años cuesta mucho más hacer amigos, principalmente porque ya todo el mundo trabaja, tiene su familia…La disponibilidad para quedar contigo, sin apenas conocerte, se reduce. Además, tus amistades de toda la vida son impagables.
- •el idioma: el poder hacer cualquier gestión sin problemas; entenderte con todo el mundo…
- el clima: ya no solo el calor sino también la luz
- la comida: la variedad y calidad de la comida española es incomparable con la alemana. Sobre todo hecho de menos el pescado fresco.