Una casa prefabricada en el desierto de Nevada, aislada totalmente, se han tenido que llevar las infraestructuras,tanto el agua como la electricidad.
La vivienda se organiza en dos cubos, uno de ellos vinculado a la zona de noche alberga los dormitorios mientras que el otro volumen concentra las estancias vinculadas a la zona de día. Los grandes ventanales atrapan el paisaje, lo enmarcan consiguiendo que éste forme parte del interior en algunos puntos gracias a las puertas correderas como la zona de estar dónde el límite entre exterior e interior se difumina creando una continuidad espacial. Toda la vivienda flota sobre un zócalo de hormigón, con doble función protegerla de posibles inundaciones y crear una buena terraza, bastante apetecible.
Cuando vi la casa me gustó mucho, tanto por la claridad con la que se organizan todos los espacios, cómo por el enclave, el desierto tiene su punto, claro que personalmente no viviría aquí, prefiero más ruido y más vida.
Arquitectos: nottoscale
Fotografías vía Plataforma Arquitectura