Después de mucho pelear, la Junta de Castilla-La Mancha ha decidido no cerrar las urgencias nocturnas hasta poder solucionar los problemas con las denuncias recibidas. Aún así, esto no es una medida definitiva, ni mucho menos, pues pretenden volver a cerrar las urgencias nocturnas tan pronto como puedan. Por si alguien no se ha dado cuenta ya, parece que los mayores gastos de España son en educación y sanidad y, en lugar de estar orgullosos de ello e intentar mantener lo mejor de este país, se lo van cargando poco a poco. A partir de ahora, vivir en un pueblo de Castilla-La Mancha va a convertirse en un deporte de riesgo y conducir a toda velocidad va a ser un requisito indispensable para sobrevivir a una enfermedad inesperada. Muchos de los habitantes de estos pueblos tardan más de media hora en llegar al centro de salud con urgencias más cercano, ¿y si te da un infarto? Pues conducción temeraria, que igual llegas.