Supongo que todos conocéis esos programas en los que, a través de distintos especialistas, consiguen dar un giro radical tanto a tu propio aspecto como, por ejemplo al de tu vivienda. Muy encaminado a esta segunda opción está el secreto que he podido vivir en primera persona y que quiero compartir hoy con vosotros.
¿Quién no ha escuchado hablar de IKEA? Esta marca sueca ha logrado revolucionar el mundo de la decoración gracias a sus f rescos y divertidos diseños. Todos, viendo sus catálogos o caminando por los pasillos de sus tiendas nos llegamos a creer decoradores profesionales y terminamos lamentar el no tener una casa más grande para no poder ubicar más y más de sus creaciones. ¿A qué sí?
Sin embargo este gigante nórdico ofrece un servicio no tan conocido como su LACK y que sin embargo recomiendo muchísimo por el trabajo que nos ahorra y, sobre todo, por el genial resultado que brinda. ¿Sabías que tú también puedes habitar o tener una estancia de ensueño? Tan bonita o más como las que aparecen en los catálogos de IKEA. Os lo aseguro. Resulta que, para hacernos todo más sencilla, disponen de un servicio personalizado en el que un especialista te asesora y ayuda con todo el proyecto de decoración dándole un aspecto que, seamos sinceros, jamás nosotros lograríamos.
En este proceso hay un primer paso en el que el especialista visita tu hogar y mide y analiza la estancia (o estancias que tú quieras cambiar). Posteriormente, le comentas un poquito el aire o idea que tú querrías de darle a la habitación. A los días, después de ese intercambio de ideas, ajustándose a tus peticiones y presupuesto, te mandan al correo electrónico una recreación hecha por ordenador de cómo va a quedar tu cuarto. Un proyecto que no tiene porqué ser definitivo, tú lo puedes modificar a tu gusto. Y ya, con el asesoramiento del especialista IKEA todo está listo para disfrutar de la habitación de tus sueños.
Cómo podéis ver, en esta comparativa, el antes y el después de mi dormitorio es un cambio radical. En mi caso, tenía un espacio mal aprovechado, tristón y sin ninguna gracia. Durante la reunión con la especialista le dije que buscaba un dormitorio que fuese más acogedor, con más encanto y cálido y que en la decoración jugase un papel importante la fotografía, mi gran pasión.
He de admitir que acertaron en todo y no pude quedar más contento con el resultado final. Jamás imaginé tener un dormitorio así de bonito así que amigos, si alguno de vosotros estáis pensando darle una vuelta a alguno de vuestros cuartos o viviendas, acordaros de este servicio de IKEA. Ahora, vivir en una casa de catálogo es mucho más sencillo y económico de lo que pensáis.
Así estaba mi dormitorio cuando llegaron los montadores de IKEA a mi casa...
Y así me lo dejaron: Mejor distribuido, más luminoso, mejor aprovechado... en definitiva ¡Un cambio radical!