Revista Opinión

Vivir mejor

Publicado el 21 diciembre 2015 por Javier Marcos Angulo @clamorsegovia

Vivir mejor

En el Parque del Retiro de Madrid

Quiero entender que estamos en este mundo para hacer todo lo posible para que las personas vivan mejor. Vivir mejor, no significa necesariamente acumular riquezas, que también, sobre todo si es para crear mejores condiciones de trabajo, de educación, de cultura, de enseñanza a todos los niveles, de sanidad, de mejorar en definitiva la existencia de los que nos rodean y los que están lejos, de todos.
Si los que pueden manejar el 'cotarro', solo piensan en su exclusivo enriquecimiento, seguro que al final, cuando noten y sientan que están apagándose sus vidas, entonces no creo que se sientan satisfechos, y si por el contrario lo están, es que no han entendido nada de este paso de la vida que, de pequeños gestos, es única y maravillosa.
Realmente las pequeñas cosas, los pequeños gestos, todos ellos realizados con cariño y naturalidad, tendrán su justa recompensa.
Si el paso de las vidas han transcurrido creando problemas a los demás, entonces, repito no han entendido nada de nada de la vida.
El poder contemplar simplemente una puesta de sol, y que realmente en tu corazón esté diciéndote que estás contento contigo mismo, eso ya es un éxito de la vida.
Tener lo suficiente para poder disfrutar de la vida, la auténtica, se necesita muy poca riqueza.
Lo peor es no tener ni para un bocadillo, que seguramente es por el abuso de los que acumulan para seguir siendo más ricos.
¿Ricos? ¿De qué? ¿De propiedades, de acciones, de bonos, de dinero, de oro, plata, piedras preciosas? ¿No conocéis a nadie que haya recibido una herencia? Si conoces, pregunta si está más feliz antes o después de recibirla.
Habrá de todo, evidentemente, pero de la gente que conozco (y conozco algunas), una de cada diez, no está mejor, ha perdido la frescura que antes tenía.
Me atrevo a decir que es porque no sabe desprenderse de lo superfluo. El espíritu humano es aparatosamente complicado. No sabemos apreciar lo que tenemos y sobre todo no sabemos desprendernos de lo que nos sobra.
En realidad, en general, no sabemos vivir mejor. 

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