Revista Opinión

Vivir por encima de nuestras posibilidades

Publicado el 22 mayo 2019 por Carlosgu82

Desde que comenzó la crisis económica nos han hecho creer que hemos vivido por encima de vuestras posibilidades una de las mentiras que más hemos escuchado.

Nuestra sociedad es consumista, y a veces resulta muy complicado ser ajeno a esta corriente mayoritaria. La televisión, la radio, la sociedad nos mandan mensajes para que consumamos, pero no hay que caer en la trampa de la falsa necesidad. Muchas veces no necesitamos esas cosas que nos ponen delante como necesarias. No hace falta que las compremos.

Somos animales sociales, zoon politikón (Aristóteles) y lo que ocurre a nuestro alrededor nos influye enormemente. Por eso, cuando alguien conocido se compra un segundo coche, inevitablemente pensamos que también podríamos tener dos coches nosotros. Y es así. Podríamos porque tenemos esa posibilidad.

Y no es envidia, es funcionar de manera muy simple. Es sólo adoptar modelos de vida que, de una forma u otra, queremos imitar. Lógicamente, tener un espejo en el que mirarse no es malo, pero cuando ese reflejo nos induce a caer en el consumismo, quizás debiéramos pensarlo dos veces. ¿De verdad necesitamos eso? ¿Tenemos que vivir como nos dice la televisión? ¿No sería mejor encontrar nuestro propio equilibrio?

Cuando llegó la crisis muchos expertos apuntaron a que el principal problema había sido que habíamos viajado mucho, que habíamos comprado mucho, que teníamos apartamentos en la playa, en resumen, que nos habíamos endeudado. No obstante, la realidad es que hicimos única y exclusivamente lo que el sistema nos dijo que hiciéramos.

¿Hemos vivido entonces por encima de nuestras posibilidades? Tal vez no. Pero sí se nos ha estado subiendo el listón de nuestras posibilidades, es decir, nos han ofrecido un modelo de vida basado en un consumo que sí estaba por encima de las posibilidades. Ya que estas eran las que eran, pero nos ofrecían la posibilidad de hacerlo.

No se puede, por consiguiente, pasar por alto la responsabilidad del sistema bancario que, en un avaro afán de atraer clientes, desarrollaron una estrategia basada en el marketing y en el crédito fácil, algo, que como se ha visto después, no era sostenible en el tiempo, su objetivo era simplemente el de aumentar el nivel de consumo de las personas y atraparlas mediante una deuda con el banco.

A muchas personas esto de la independencia financiera les suena a utópico, algo muy bonito pero ficticio e ilusorio. No creen que lograr la libertad financiera sea posible.

Para conseguirla es necesario construir nuestra propia riqueza. Adoptar un estilo de vida que nos permita aumentar constantemente el patrimonio neto.

El primer paso que debemos dar es vivir por debajo de las posibilidades reales. Y así comenzar a ahorrar. Aunque en realidad no sólo bastará con esto. También hay que invertir esos ahorros para que trabajen durante el tiempo necesario. Una forma sencilla y que ha dado buenos resultados es invertir a largo plazo en una cartera diversificada de fondos indexados de bajo coste.

La trampa principal, sigue estando ahí, es la seducción con la que cuenta el sistema, la publicidad. Nos convence de que necesitamos esos productos que se anuncian. La publicidad llega a ser un factor decisivo en las decisiones que tomamos diariamente en nuestras vidas. Vivimos siguiendo las órdenes de los publicistas. Vestir con una determinada ropa, escuchar una música, viajar a destinos concretos o tener el mejor coche porque nos gusta conducir.


Volver a la Portada de Logo Paperblog