Señor Tiempos mejores, sepa usted que tiene a tres media España
pendiente de su vuelta. el viaje que usted inició hace unos años
los tiene a todos en vela, esperando que vuelva y que traiga noticias
buenas, situaciones gratificantes, empleo, riqueza, optimismo; sepa
que hay muchas personas clamando al cielo por usted, unas llaman a
Alá, otras a Cristo, otras a Jehova, no importa el nombre en si, el
deseo es común, que estés cerca para dar confianza y bienestar.
No obstante, Tiempos Mejores, yo no voy a quedarme sentado en un
sofá, esperando su regreso mientras veo la tele, lamentándome,
rogando y clamando al cielo, recordando los viejos tiempos en que
cabalgábamos juntos por la facilidad y el “estado de bienestar”.
No, no pienso maldecir injurias contra usted, no gastaré mis
energías en pregonar la difícil situación que atravesamos, tampoco
gritaré palabras soeces contra el sistema, no me derrumbaré, ni
mucho menos me quedaré quieto.
Doy fe de que yo a usted no lo espero, sepa que tampoco me importa
si vuelve o no. Yo seguiré caminando por los senderos de las
montañas; paseando por los centros de las grandes urbes; conociendo
monumentos y obras de la antigüedad; escuchando música: clásica,
popular, pop, rock, jazz; riendo con chistes, comedias, bromas;
jugando a cartas y al ajedrez. Seguiré disfrutando de las obras de
arte, de los genios de ayer y de hoy; degustando la comida
tradicional, internacional, exótica y defecándolo todo después;
durmiendo a más no poder; fornicando cuanto me dejen; descubriendo
nuevos parajes: tierras áridas, bosques, pueblos nevados, lagunas y
ríos; aprendiendo nuevos conocimientos, leyendo a mis escritores
favoritos y por conocer...
Vida pone obstáculos a diario, obstáculos que salto una y otra
vez; pero también pone maravillas, maravillas que intento disfrutar
todos los días; vivo, pero no se si viviré, y sepa algo señor
Tiempos Mejores, que si usted quiere venir, pues bienvenido sea, aquí
tiene un sitio a mi lado, pero le aviso, no seré yo el que pierda
mi valioso tiempo esperándolo.
© Copyright de texto e imagen: Rubén Jiménez Triguero