«Vladimir», de Leticia Martin

"Con gran tensión narrativa y un estilo acerado, Leticia Martin ha escrito una novela polémica sobre los límites del deseo y las relaciones de poder" [Del acta del Jurado] El jurado, compuesto por las escritoras Ángeles González-Sinde, Luna Miguel y Clara Obligado, la directora de la librería Rafael Alberti (Madrid), Lola Larumbe, y la directora literaria de Lumen, María Fasce, destacó la apuesta de Leticia Martin, quien "con gran tensión narrativa y un estilo acerado, ha escrito una novela polémica sobre los límites del deseo y las relaciones de poder".

En el acto del fallo del premio, celebrado el 1 de junio de 2023 al calor de la Feria del Libro de Madrid, la escritora Clara Obligado también resaltó su relación con la obra de Martin hace lo que la escritora Ángeles González-Sinde definió como una "inversión de roles, un ejercicio muy atractivo en el que indagar". Esto permite a la autora repensar una novela que, en su momento, fue censurada, desde un punto de vista feminista, y lo hace basándose en su propia experiencia, ya que ella misma mantuvo una relación con un hombre más joven. Aunque no se trataba de un menor como en el caso del libro, sí fue una experiencia que le hizo plantearse los límites entre la edad y el deseo, y la impulsó a explorar sus lugares más oscuros. Por ello, hay un elemento autobiográfico que impregna esta obra sobre las relaciones de poder. Nabokov: "Vladimir es, entre muchas otras cosas, una relectura de Lolita al revés". La propia Leticia Martin reconoce que el libro es un homenaje al autor ruso, lo que se vislumbra ya desde el título mismo, que también es el nombre de uno de sus personajes principales: Vladimir.

"Provocadora. [...] Creo que va a generar mucho debate. [...] El lenguaje que ha elegido Leticia Martin es preciso y contenido".
[Ángeles González-Sinde]

Por otra parte, la novela responde a una de las obsesiones de La distopía también se encuentra presente en sus libros y en Leticia Martin: reflexionar sobre los roles de género que se asignan a las mujeres en la sociedad. Precisamente, este ejercicio de intercambio de roles es algo que la autora ya ha llevado a cabo en algunas de sus anteriores novelas, como en Estrógenos (2016), donde son los hombres los que se quedan embarazados, o en la historia de una bailarina, que escapa del rol que le fue asignado y de un matrimonio aburrido a través de una relación amorosa clandestina, narrada en su novela Vladimir presenciamos un mundo que se derrumba tras un apagón general, una preocupación muy actual que hemos podido ver en series como El Colapso (2019) y que nos remite al ecoterror de autoras como Samanta Schweblin o Margaret Atwood, al explorar los peligros de nuestra dependencia de la tecnología e imaginar la barbarie que puede implicar la lucha por la supervivencia. El gusto (2012).

"Vladimir es una novela profundamente perturbadora, un thriller emocional y erótico en el contexto de un mundo que se apaga."

Sin embargo, este supuesto fin del mundo no es el argumento principal. Como resaltó Lola Larumbe, directora de la librería Rafael Alberti, en Vladimir, "una mujer huye y se encuentra con un mundo donde todas las claves con las que vivimos desaparecen. Las obsesiones y los deseos reprimidos salen a flote, incluso en las situaciones más catastróficas". De esta forma, la oscuridad tras el Gran Apagón se convierte en una excusa para colocar a los personajes en una situación en la que salen a la luz sus pasiones y secretos más íntimos.

También sobre el erotismo de la obra, María Fasce, directora literaria de Lumen, declaró: "Vladimir me ha impactado por la tensión y el erotismo. Es muy difícil narrar el deseo y el sexo, y Leticia lo ha hecho de un modo increíblemente eficaz".
Para lograrlo, la autora releyó a Marguerite Duras, a quien considera una maestra del erotismo, en libros comoEl amante (1984) o el guion de Hiroshima, mon amour (1959). Otros referentes para ella fueron los cuentos fantásticos y perturbadores de Silvina Ocampo, la escritura de Sara Gallardo y el cine de Lucrecia Martel, aunque también se observan las influencias de Kerouac y Cortázar en la primera parte del libro, cuando la protagonista llega a Argentina y emprende un viaje por carretera con un desconocido, y la fuerza de autoras actuales como Alia Trabucco Zerán o Dolores Reyes. En cuanto a la relación entre una mujer madura y un hombre más joven, no hay demasiados ejemplos en la literatura, lo que demuestra hasta qué punto se ha tratado de un tema tabú, pero hay dos libros, que también han sido llevados al cine, que reflexionan sobre el abuso de poder desde esta perspectiva, El lector (1995), de Schlink, y La pianista (1983), de Elfriede Jelinek, dando también importancia al aspecto erótico y al conflicto entre el deseo y la culpa.

Entre el thriller, la novela distópica, el relato erótico y la historia de supervivencia se encuentra esta obra polémica que explora los límites del deseo e indaga en nuestros miedos más profundos, recordándonos que cualquier tipo de abuso es reprobable, venga de donde venga y sin importar las circunstancias.

La autora:
Leticia Martin (Buenos Aires, 1975) es narradora, poeta y crítica cultural. Obtuvo la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación (UBA) y el Posgrado Internacional en Gestión Cultural y Políticas de Comunicación (FLACSO). Publicó el libro de ensayosFeminismos (2017), y las novelas El gusto (2012), Estrógenos (2016), con edición española (2019), Topadoras oxidadas (2019) y Un ruido nuevo (2020), con ediciones en Uruguay (2021) y en España (2022). También es autora de una serie extensa de libros de poesía. El volumen de cuentos titulado Todo lo que no es boca en mi cuerpo grita aparecerá próximamente en Argentina. Con Vladimir (2023) ha ganado el I Premio Lumen de novela.

El libro:
Vladimir ha sido publicado por la Editorial Lumen en su Colección Narrativa. Encuadernado en rústica con solapas, tiene 184 páginas.

Como complemento pongo un vídeo grabado durante el fallo del Premio Lumen de Novela, que recayó en Leticia Martin y su novela Vladimir.