Josina Machel, cuando ya se había unido
a la guerrilla del Frelimo.
Fuente: Mozambiquehistory.net
El documental reconstruye la historia de Josina Machel, una de las primeras mujeres que entraron a formar parte de la guerrilla del FRELIMO (Frente de Liberación de Mozambique) que luchaba por la liberación de Mozambique, y una de las más ardientes defensoras de la liberación de la mujer, fuertemente reprimida en aquellos primeros años 60.
Parte el documental de un hecho simbólico: en Mozambique el Día de la Mujer se celebra no el 8 de marzo, como en Occidente, sino el 7 de abril, en recuerdo precisamente del día en el que murió Josina, con tan sólo 25 años de edad. –Lo mismo sucede en Sudáfrica, donde este día se conmemora el 9 de agosto, en recuerdo a la revuelta de las mujeres ante la imposición del Apartheid de que llevaran el libro de pases-.
Hilado a través de una joven investigadora, Josina Malique (el nombre no es casualidad, sus padres se lo pusieron porque nació precisamente el día que murió la otra Josina) que busca el recuerdo de la heroína mozambiqueña por todo el país, en el documental aprendemos que con tan sólo 16 años, Josina dejó el instituto donde estudiaba con la firme intención de unirse a la guerrilla, que operaba desde la vecina Tanzania. Su intento de huida –fue apresada en la frontera- le valió sus primeros meses de cárcel, pero esto no le amedrentó para volverlo a intentar, en esta ocasión con más suerte.
Cuando pudo por fin unirse a la guerrilla, participó en la creación de un incipiente servicio social y de enseñanza para jóvenes mozambiqueños en Tanzania y más tarde entró a formar parte del 'Batallón femenino'. Era joven, inteligente y decidida: le ofrecieron una beca para ir a estudiar a Europa pero decidió continuar en primera línea de la lucha. Es así como llegó, junto a otras 25 mujeres, al campo de entrenamiento de Nachingweya, en la zona liberada de Cabo Delgado, al norte de Mozambique. Allí conocería a Samora Machel, futuro primer presidente del Mozambique independiente y su futuro marido. Juntos tuvieron un hijo, pero muy pronto Josina comenzó a darse cuenta de que algo no iba bien. No era capaz de aguantar los entrenamientos y las largas marchas, se sentía constantemente fatigada y débil. A los pocos meses, el 7 de abril de 1974, murió sin poder ver el momento de liberación de su patria. Fue enterrada en Tanzania, hasta que pudo volver a su país, ya indendiente, en 1975. Una historia sin duda trágica que tenía todos los ingredientes para convertirla en la heroína del pueblo y las mujeres mozambiqueñas.

Janet Mondlane, durante el entierro de su marido, asesinado en 1969.
A la izquierda, con los brazos cruzados, se encontraba el entonces
presidente de Tanzania, Julius Nyerere. Fuente: 'No easy Victories'
Y otro descubrimiento más, ver cómo Samora Michel supo utilizar el cine –noticiero incluido: Kuxacanema- como modo de concienciación (y quizás también adoctrinamiento) social, y descubrir que su equipo dejó miles de rollos de película grabados, especialmente desde el momento de la independencia, pero también del entrenamiento en los campos de guerrilleros, de los discursos y de las celebraciones. Un ingente material que se ha ido perdiendo tras las casi dos décadas de guerra y la posterior etapa de posguerra, pero de la que todavía se pueden salvar algunas joyas. De ello se ocupa el Instituto Nacional de Cine de Mozambique, que se encuentra en proceso de recuperación de los archivos.

Con su moto, Ercilia recorre decenas de kilómetros para
reunirse con mujeres campesinas. Más info, aquí.

Cartel promocional de la película 'Voces desde Mozambique'
Un completo documental que nos descubre la Voz de muchas mujeres, de ayer y de hoy, de las que apenas se conocen datos y que han sido relegadas por la Historia. Noventa minutos para conocer mejor la lucha de los negros de Mozambique frente a los colonizadores portugueses, pero también la de las mujeres, gracias a fotos y vídeos de archivo que se entremezclan con entrevistas a personalidades como Graça Machel, segunda esposa de Samora Machel y actualmente casada con Nelson Mandela, que trabaja en favor de los derechos humanos de niños, mujeres y refugiados, o de Rosa Langa, periodista y escritora mozambiqueña.
Escrita y dirigida por Susana Guardiola y Françoise Polo, la película es una producción de Bausan Films, una productora que ya ha trabajado sobre otros temas africanos y que es responsable también de la excelente ‘María y yo’, sobre una joven autista.
