"No estábamos preparadas para enfrentar ese desastre. Empezamos por formar comités de limpieza, y ahí empezamos a crecer. No teníamos acceso a proyectos o donaciones", dijo a TerraViva la activista Bengochea, integrante del Comité de Emergencia Garífuna y coordinadora regional de Groots International, una red de grupos femeninos de base.
La agrupación hondureña está por comenzar un proyecto regional que involucra también a Guatemala e India en la disminución de riesgos por desastres con apoyo del Banco Mundial. Con el apoyo de Groots, surgida en 1989, el Comité trabaja con unas 16.000 personas -75 por ciento mujeres-- en 16 comunidades. Otro proyecto es la siembra de manglar para restaurar playas dañadas en dos comunidades.
Groots anunciará en Cancún una plataforma comunitaria para la prevención de desastres, a partir de la experiencia que han acumulado sus grupos en Honduras, Perú, Jamaica, Indonesia e India. Es una de las muchas actividades paralelas a la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP16) que se celebra en Cancún, sudeste mexicano, desde el lunes 29 hasta el 10 de diciembre. En el sureño estado de Chiapas, la Unión de Mujeres Indígenas de la Región de Simojovel, el Grupo de Mujeres de la Selva y las Mujeres Alternativas de la Sierra de Chiapas trabajan contra los impactos del cambio climático en una zona azotada en los últimos años por heladas inusitadas y precipitaciones copiosas. La suerte de las chiapanecas está ligada a los meteoros. El estado, uno de los más empobrecidos de México, posee 72 municipios muy expuestos a derrumbes e inundaciones, y en octubre de 2005 pasó por allí el huracán Stan. "Las mujeres siembran café, manejan sistemas de ahorro y crédito, centros de ecoturismo y albergues educativos para los jóvenes", relató a TerraViva Teresa Cortés, consultora de Oxfam México, que capacita y financia a la Federación Indígena Ecologista de Chiapas, a la que pertenecen las tres organizaciones. Por el daño de Stan y de los aludes de 2007, Oxfam ayudó a esos grupos a concebir un modelo de prevención y de gestión de riesgos climáticos. Ahora están en la etapa de trazar un mapa de esos riesgos. La Federación aglutina a 18 organizaciones y a 3.500 pequeños caficultores organizados en cooperativas en 26 municipios. Éstas exportan café orgánico certificado a Holanda, Suiza y Alemania. Con unos 40.000 dólares entregados por Oxfam, los grupos de mujeres están renovando los cafetales. En Sudáfrica las mujeres padecen las alteraciones climáticas más que los hombres, según la investigación "Género y cambio climático: un caso de estudio en Sudáfrica" (Gender and Climate Change: South Africa Case Study), efectuado por la académica Agnes Babugura para la fundación alemana Heinrich Böll. Las mujeres trabajan más y por más horas, caminan largas distancias para proveerse de agua y han asumido más responsabilidad financiera para sostener los hogares. "Hay una distribución inequitativa de roles y responsabilidades. Pero las mujeres están más informadas y son más innovadoras para sobrellevar los impactos del cambio climático", dijo a IPS Babugura en Cancún. El estudio se concentró en dos municipios, UMzinyathi y UMhlathuze, en la oriental provincia de Kwazulu Natal, habitada por más de nueve millones de personas, de las cuales más de cinco millones son pobres. En la COP 16 las mujeres reclaman políticas de género consistentes en los acuerdos que se adopten y en la financiación. "Vamos a demandar que se destinen fondos comunitarios para desastres", indicó Bengochea. "Estamos rescatando la tradición participativa en las comunidades, estamos en el proceso de empoderar a las mujeres", resaltó Cortés. Por Emilio GodoyFuente: IPS/TerraViva